La retirada de Serena Williams en el pasado US Open significó el final de una auténtica era del deporte mundial. La mejor jugadora de la historia dejaba la competición después de ganar 23 Grand Slams y a su altura se preparó un homenaje en la central del Grand Slam de Nueva York. Ahora, la pequeña de las Williams ha sorprendido con sus últimas declaraciones: "No estoy retirada, puedes venir a verme entrenar a mi casa".
Una posible 'vuelta a atrás' que abre la posibilidad de ver a Serena de nuevo en la pista más pronto que tarde: "Todavía no lo he pensado realmente. Pero fui a una pista el otro día y me di cuenta que, por primera vez en mi vida, no estaba jugando para una competición y me sentí muy rara. Fue como el primer día del resto de mi vida, y hasta ahora, lo estoy disfrutando. Pero todavía estoy tratando de encontrar ese equilibrio".
Durante una conferencia, la ex tenista norteamericana explicó que su decisión fue una cuestión de prioridades: “Tomé la decisión de retirarme de la actividad competitiva porque quería una evolución del tenis a otras cosas que ahora son más importantes para mí”.
En la misma línea, Serena deja claro que huye de la línea de la palabra 'retirada' y de la que no quiere ni tratar: "Nunca me ha gustado la palabra jubilación, no me parece una palabra moderna. He estado pensando en esto como una transición, pero quiero ser sensible sobre cómo uso esa palabra, lo que significa algo muy específico". e importante para una comunidad de personas. Quizás la mejor palabra para describir lo que estoy haciendo es evolución".
No es la primera ocasión que la jugadora estadounidense deja una frase similar. A mediados de septiembre, en su visita al programa Good Morning America, dejó caer la posibilidad de dar marcha atrás: "Nunca se sabe. Tom Brady ha iniciado una tendencia realmente genial...", en referencia al anuncio del jugador de fútbol americano de volver a jugar solo unas semanas después de dejarlo.