Novak Djokovic se acaba de alzar con su 21º Gran Slam y el primero de la temporada, pero tendrá complicado, si no cambia la normativa, conseguir el siguiente por su condición de no vacunado.
El serbio sale de Londres con la confianza restablecida, con su primer Grand Slam en un año, pero con la incógnita de no saber cuál será su próxima parada, puesto que no puede jugar en Nueva York al no estar vacunado ni en Melbourne, ya que le retiraron el visado este año.
Lo más inmediato ocurrirá en agosto en Estados Unidos. La legislación estadounidense indica que aquellos no vacunados tienen prohibida la entrada al país, por lo que, a esta fecha, Djokovic no podrá jugar en último 'major' del año.
El serbio tiene que aferrarse a un cambio de la normativa antes del próximo 29 de agosto -fecha en la que comienza el torneo- o no podrá buscar su cuarto título en la ciudad neoyorquina.
La otra opción que le queda es vacunarse, pero eso es imposible. "A partir de mañana estaré de vacaciones y espero tener buenas noticias de Estados Unidos. Si no puedo jugar el US Open tengo que ver lo que hago. Puede ser la Copa Davis, la Laver Cup... No voy a jugar torneos por jugarlos ni por sumar puntos. No estoy vacunado ni tampoco tengo intención de vacunarme. Pedir una exención médica no es realista".
Para Melbourne, el lío es otro. Australia ya permite la entrada de no vacunados, pero a Djokovic, en la deportación de enero, le retiraron el pasaporte y eso puede implicar la prohibición de entrada al país durante tres años. De este modo, Djokovic tendría que esperar hasta la edición de 2024 para poder optar a su décimo título en la Rod Laver Arena.
De no poder jugar ambos torneos, la parada más próxima de su viaje contra Nadal y Federer sería Roland Garros 2023, precisamente el 'grande' que menos veces ha conquistado en su carrera, con solo dos entorchados, en 2016 y 2021.