Los triatletas están considerados como los deportistas más completos que existen. No en vano, tienen que ser magníficos nadadores, defenderse con soltura sobre la bicicleta y, además, ser grandes runners. Pero, dentro de estos superhombres, hay una categoría aún más especial: la de aquellos que se deciden a probar un Ironman.
El Ironman consiste también en combinar esas tres pruebas de natación, ciclismo y carrera a pie, pero con una particularidad que lo hace único: la distancia que hay que recorrer en un Ironman es mucho mayor que en un triatlón normal.
Las diferencias son muy importantes. Así, mientras las pruebas de un triatlón se componen de una carrera de natación de 1,5 kilómetros, un trayecto en bicicleta de 40 kilómetros y una prueba final a pie de 10 kilómetros, las pruebas de un Ironman se componen de una carrera de natación de 3,8 kilómetros, un recorrido en bicicleta de 180 kilómetros y, finalmente, una maratón, es decir, una carrera de 42 kilómetros a pie.
Hay corredores ilustres en la historia del triatlón que han ayudado a crear una auténtica leyenda a su alrededor. Así, nombres como los de Dave Scott, Mark Allen, Chris McCormack o Scott Molina forman parte ya de la historia de este deporte, aunque también el español Javier Gómez Noya, siete veces campeón del mundo de triatlón, está inscribiendo su nombre en las pruebas más extremas. En el circuito femenino, Paula Newby-Fraser, Natascha Badmann y Mirinda Carfrae son, sin duda, las mejores corredoras de Ironman de la historia.
Además de la prueba de Ironman, la Federación Internacional de Triatlón organiza también otras pruebas diferentes como el medio Ironman. En esta competición, los participantes deben recorrer 1,9 kilómetros de natación, 90 kilómetros en bicicleta y una media maratón a pie, es decir, 21 kilómetros para completar la prueba. Oficialmente, la prueba de medio Ironman se conoce con el nombre de Ironman 70.3.
Sin duda, el Ironman más famoso de cuantos se disputan en el mundo es el Ironman de Kona, en la isla de Hawaii. Sirve, oficialmente, como campeonato del mundo de Ironman y solo los mejores de la especialidad pueden aspirar a ganarlo cada año en el mes de octubre. En total, participan en esta carrera unos 2.500 triatletas llegados de todo el mundo con el objetivo de terminarlo… y ganarlo, en el caso de los mejores. Por su parte, el Campeonato del Mundo de Ironman 70.3 se celebra cada año en Las Vegas.
Como ya hemos visto, hay varias modalidades de triatlón, cada una de las cuales tiene sus respectivas distancias oficiales:
Aunque el Ironman de Kona es el más famoso del mundo, no todos los deportistas pueden clasificarse para disputar esta prueba anual en Hawaii, por lo que hay que conocer algunos de los Ironman más importantes de cuantos se celebran en el mundo. Uno de los más complicados es, sin dunda, el Isklar Norseman Xtreme que se celebra en Noruega. Es tal su dificultad que la organización solo admite cada año a 200 participantes que se lanzan a las 4 de la mañana a las frías aguas del fiordo de Eidfjord para comenzar la prueba.
Mucho más agradable, al menos en la temperatura, es el Ironman de Lanzarote, que ha logrado hacerse un hueco en el calendario internacional gracias a la belleza de su recorrido, pero también a su exigencia, ya que los deportistas tienen que soportar fuertes desniveles y rachas de viento muy fuertes.
Por no hablar del SavageMan, un Ironman que se disputa en el estado de Maryland, en Estados Unidos, y donde los participantes tienen que superar el Westemport, un puerto de montaña que llega a superar el 30 por ciento de desnivel y que provoca que algunos de los corredores tengan que bajarse de la bicicleta para poder llegar a la cumbre.
Quienes quieran poner a prueba su cuerpo saben que las pruebas de un Ironman son la forma perfecta de saber si se está en forma en grado extremo. El de Kona es el más importante del mundo, pero Lanzarote, Barcelona, Vitoria o Alcúdia, en Mallorca, son grandes opciones para hacer un Ironman sin salir de nuestro país.