Argentina ha conseguido lo que pretendía al principio del torneo: llegar a la final y ganarla. De momento ha hecho el primero paso y la alegría en los jugadores y el cuerpo técnico era máxima en el campo y también en el vestuario en done hubo tiempo de acordarse del rival.
La rivalidad con Brasil es eterna y se acordaron del país que no llegó ni a estar en las semifinales con una letra de una canción que se invitaron los aficionados argentinos. La secuencia la grabó Otamendi y lo subió a sus redes sociales y al poco ya era viral.
Brasilero qué pasó, arrugó el pentacampeón.
Messi se fue para Río y con la copa se quedó.
Somos la banda argentina y siempre vamos a alentar,
Porque tenemos el sueño de salir campeón mundial.
Yo soy así, soy argentino, ingleses putos de Malvinas no me olvido.
Yo soy así, vengo a alentarte, a la Argentina yo la sigo a todas partes.
El conjunto albiceleste, que nunca ha caído en semifinales, persigue su tercera corona universal, tras las conseguidas como local en 1978 ante la entonces denominada Holanda (3-1) y en 1986 ante Alemania Federal (3-2).
En 1978, la Albiceleste necesitaba ganar por goleada a Perú en el último partido de la liguilla de la segunda fase. Se impuso por 6-0 y se metió en el encuentro definitivo, disputado en el Monumental de Buenos Aires, que se tuvo que resolver en la prórroga después de que Mario Alberto Kempes y Dick Nanninga sellaran el 1-1 al final del tiempo reglamentario. En el añadido dieron el triunfo a la albiceleste el 'Matador' y Ricardo Daniel Bertoni.
El Mundial de México 1986 fue el torneo de Diego Maradona. Después de la inolvidable 'mano de Dios' en cuartos ante Inglaterra, selló un doblete en la semifinal ante Bélgica (2-0) y en la vibrante final del estadio Azteca se impuso a los germanofederales por 3-2 con goles de José Luis Brown, Jorge Valdano y Jorge Burruchaga para superar los tantos de Karl-Heinz Rummenigge y Rudi Voller.
Argentina se estrenó en unas semifinales en la edición inicial de Uruguay. Goleó a la selección de Estados Unidos por 6-1, pero luego cayó en la final ante la Celeste por 4-2.
En Italia 1990, de nuevo con Maradona al frente, se deshizo de los anfitriones en semifinales en la tanda de penaltis (4-3) tras acabar el encuentro con empate a uno, y cedió en la final ante Alemania Federal (1-0) con un tanto de Andreas Brehme de penalti.
Y en Brasil 2014, de nuevo las tandas de penas máximas, esta vez ante Países Bajos (0-0, 4-2), le llevó a la gran final, otra vez ante Alemania, ante la que perdió por 1-0 con una diana de Mario Gotze.