Un total de 26 policías nacionales, veinte de ellos de los Tédax, la unidad de desactivación de explosivos y NRBQ, y otros seis efectivos adscritos a la Oficina Nacional de Deportes (OND) se desplazarán a Catar para colaborar en la seguridad del Mundial de fútbol que se celebrará entre el 20 de noviembre y el 18 de diciembre.
El grueso del dispositivo policial español, el integrado por los veinte efectivos del Tédax, se encuentra desde hace días en Doha, mientras que los otros seis agentes lo harán el próximo viernes 18, según explica a EFE Juan Carlos Gil, el inspector jefe al frente del grupo de la OND, especializada en la prevención de la violencia en eventos deportivos.
Gil detalla que los 20 policías expertos en desactivación de artefactos explosivos e intervención ante la presencia de riesgos nucleares, radiológicos, biológicos y químicos darán cobertura a las autoridades cataríes, en tanto que la misión de los otros seis se centrará en colaborar con la seguridad de la afición española.
Dos de estos agentes -el inspector jefe es uno de ellos- se integrarán en el Centro de Coordinación de Seguridad del torneo ubicado en Doha en el que participarán otras policías y los otros cuatro agentes estarán sobre el terreno en las proximidades de los estadios para ayudar a resolver cualquier problema, desde la pérdida de un pasaporte de un espectador a informar a la afición de algún mensaje que quiera trasladar la policía catarí.
"Serviremos de enlace entre aficionados y la policía catarí", indica a EFE el inspector jefe, que se muestra tranquilo en torno a la seguridad del mundial que el país árabe tiene "muy planificadas", con "cápsulas" de policías cataríes empotradas en las selecciones participantes.
Un trabajo en el que ha participado la Policía Nacional desde el momento que Catar fue elegida sede del Mundial 2022. En 2019, los gobiernos de ambos países firmaron una acuerdo para realizar actividades conjuntas, como los cursos sobre dispositivos policiales que han impartido agentes de la Unidad de Intervención Policial (UIP) a policías en ese país.
También la policía de Catar ha comprobado de cerca cómo se organizan este tipo de despliegues en España en partidos de liga como Real Madrid-Barcelona; de Champions, como el que disputaron el pasado marzo el Madrid frente al París Saint Germain o de Liga Europa que enfrentó en Sevilla a dos aficiones extranjeras rivales, las del Eintranch y la del Rangers.
Gil destaca que no preocupan ni llegadas masivas de aficionados ni se prevén en principio altercados violentos por las propias características de Catar, un país pequeño, con un control de fronteras "sencillo" y con unos requisitos impuestos que facilitarán mucho el trabajo a las autoridades.
Y es que todo aquel que acuda al Mundial deberá rellenar un formulario, como si se tratara de un visado temporal, en el que el viajero tendrá que aportar fotografía, justificantes de la entrada al partido, de los vuelos o del alojamiento elegido que, por otra parte, incide el inspector jefe, ya es "disuasoria" por sus elevados precios para el desplazamiento de seguidores en las primeras fases del torneo.
De hecho, la previsión es que sean los españoles residentes en Catar -unos 2.000- junto con los entre 6.000 y 7.000 que viven en Arabia Saudí los que asistan a los partidos de España en esta primera fase de grupos en la que la selección se enfrenta a Costa Rica (23 de noviembre) en el Estadio Al Thumaman, en Doha, y posteriormente el 27 y el 1 de diciembre contra Alemania y Japón, respectivamente.