Y al fin, volvió la Fórmula 1. Más de 100 días han tenido que pasar para que los monoplazas vuelvan a rodar en el GP de Austria Este Mundial atípico, y que nos deparará muchas sorpresas, no ha podido arrancar de mejor forma, un auténtico carrerón que tuvo a los aficionados pegados a la televisión de principio a fin. Bottas acabó primero, Leclerc segundo y Lando Norris, tercero. Carlos Sainz tuvo que conformarse con un meritorio quinto puesto.
La primera carrera del año tuvo de todo: buenas luchas, grandes adelantamientos, tres 'safety car', colisiones y hasta una rueda, la de Raikkonen, que salió volando. Mercedes ha empezado este campeonato como acabó el último, con una diferencia abismal sobre el resto de la parrilla. Los Ferrari, desaparecidos, menos mal que las virtuosas manos de Leclerc consiguieron un muy merecido segundo puesto para apagar el fuego en la escudería italiana.
Los Mclaren confirmaron las buenas sensaciones con las que acabaron la temporada pasada y Lando Norris consiguió el primer podio de su carrera. En parte gracias a una sanción que bajó a Lewis Hamilton del podio tras echar de pista a Albon. Ninguno de los dos Red Bull terminó la carrera, Verstappen se tuvo que retirar a las primeras de cambio por un problema eléctrico.
Mucho hay que echar la vista atrás para encontrar un gran premio con tantos abandonos. Solo 11 de los 20 coches que partieron desde la parrilla, consiguieron terminar. Los problemas mecánicos, las averías eléctricas, los problemas de frenos, y hasta algún fallo de concentración en los 'pit stop' añadieron picante a la mejor carrera en seco de los últimos años.
El piloto español, que afronta su última temporada en Mclaren antes del desembarco en Ferrari, estuvo a punto de subirse al podio. La clasificación del sábado, donde acabó octavo, condenaron sus aspiraciones. El piloto madrileño tuvo la posibilidad de subirse al tercer escalón, pero su compañero Lando le ganó la lucha en una vuelta frenética.
Sebastian Vettel empezó el fin de semana con la pierna izquierda. Nada más llegar al circuito el jueves, le soltó un palo a Ferrari por los términos de su no renovación. El alemán no se encontró cómo con el coche en ni en clasificación, ni en carrera. Para colmo, se lanzó cuando no debía y trompeó tras tocarse con Carlos Sainz. El campeón del mundo acabó noveno con un Ferrari que va a pasar muchos apuros en todo el campeonato y que no traerá novedades hasta el GP de Hungría.
El coronavirus no solo trastocó el calendario del mundial sino que ha cambiado de arriba a abajo todos los protocolos. Distancia de seguridad en el podio, pilotos con mascarilla, la parrilla mucho más reducida, los periodistas, en las gradas y las entrevistas, a distancia. El calendario, muy apretado, no da tregua y el fin de semana que viene se volverá a correr en Austria, esta vez bajo el nombre del GP de Estiria.