El circuito de Suzuka es uno de los autódromos más habituales en la historia de la F1. El trazado nipón ha sido sede del Gran Premio de Japón de Fórmula 1 desde 1987 hasta la actualidad, salvo en un impasse de tres temporadas entre 2006 y 2009 en los que se optó por el Fuji Speedway.
Su asfalto se utiliza también para otros eventos de motor como las 8 Horas de Suzuka del Campeonato Mundial de Motociclismo de Resistencia, los 1000 km de Suzuka del Campeonato Japonés de Gran Turismos, y fechas de la Fórmula Nippon.
Construido en el año 1962, el circuito es propiedad de Honda, y es uno de los más antiguos del país. Una de sus principales peculiaridades es que es de los pocos trazados del mundo en forma de “8”.
El trazado largo mide 5.807 metros de longitud, y se divide en este (con la recta principal, de 3.470 metros) y oeste (con la recta opuesta, de 2.240 metros).
El trazado nipón destaca por ofrecer curvas enlazadas muy rápidas en las que los pilotos deben sacar a relucir toda su técnica, realizando frenadas al límite. En su trazado está la curva más rápida de todo el campeonato, la 130R. Además, cuenta con diversos cambios de nivel en subida, bajada, giros con salida ciega o chicanes que se deben tomar a baja velocidad. Un circuito en el que los mejores pilotos se matriculan.
La velocidad punta es muy importante y los equipos deben tratar de reglar un coche, no solo que mantenga el tipo en recta, sino lo que es más importante, que sea capaz de manejar las curvas rápidas enlazadas, en las que se llegan a velocidades de entre los 150 y los 230 kilómetros por hora.
Para tener éxito en carrera, los pilotos deben salir airosos en los dos primeros sectores, ya que tienen curvas que se toman similar a una doble a derechas. Un primer tramo en el que destaca la curva Dunlop, a izquierdas, con subida ciega y con una posterior bajada. Tras la curva Degner se llega al puente que forma la recta trasera.
Así se alcanza la curva Hairpin, que es la más lenta del trazado y se convierte en un punto de adelantamiento en el que también hay mucho riesgo de toques entre los bólidos. Hay que tratar de superar la zona con rapidez con buena tracción, ya que después llegan las dos curvas dobles más rápidas del circuito.
En la curva 12 los pilotos irán a velocidades próximas a los 300 kilómetros por hora; después deberán frenar y tomar una doble a izquierdas en la que se llega a los 150/200 kilómetros por hora en el paso por la curva.
Tras este punto se llega a la salida de la curva 14, que desemboca en la recta trasera en subida; la más larga del trazado asiático. Mide alrededor de 850 metros y se alcanzan los 300 kilómetros por hora para después llegar a la temida y admirada curva 130R.
Una vez superada la curva más rápida del campeonato, se llega a la chicane Casio con una frenada fuerte y una entrada ligeramente ciega, en la que se entra casi más por intuición. Después, la gran curva final y la entrada a meta.