Kevin Magnussen terminó su fin de semana en Interlagos de la peor manera posible. El piloto danés, que había dado la sorpresa en la clasificación, tuvo que volver al paddock por su propio pie tras retirarse en la primera vuelta de la carrera del domingo.
El piloto de Haas parecía tener todo de cara para hacer un Gran Premio de Brasil remarcable. Logró entrar en la Q3 y tenía el mejor tiempo cuando George Russell provocó una bandera roja. Para cuando la sesión se había reiniciado, ningún piloto pudo mejorar el crono de Magnussen, pues la lluvia cada vez era peor.
De esta manera, logró la primera pole de su carrera y salió desde la primera posición en la carrera al sprint. Con un todopoderoso Max Verstappen detrás tuvo una gran salida y aguantó durante varias vueltas liderando la carrera, pero al tratarse de un Haas no pudo evitar caer varias posiciones a lo largo de la carrera.
En la carrera del domingo saldría desde la octava posición, pero el fin de semana terminó de manera dramática para el danés. Daniel Ricciardo le tocó por detrás en la salida y ambos acabaron abandonando.
Después del incidente, el coche médico fue al lugar en el que se encontraban los monoplazas y recogió al australiano, pero no al piloto de Haas. Éste se quedó esperando a que volvieran a por él, aunque finalmente tuvo que regresar al paddock por su propio pie atravesando las gradas.