Lewis Hamilton ha reconocido que no se sentía bienvenido dentro del mundo del automovilismo en sus primeros años compitiendo. Por ello, destaca el poder que le hacía sentir subirse al kart con un casco para que la gente solo pudiera juzgarle por su pilotaje y no por otros aspectos como su color de piel.
El piloto británico ha reconocido que las primeras veces que experimentó racismo se sintió muy confuso. Le gritaban cosas como que volviera a su país, siendo él británico, o, incluso, se le llamaba con la ‘N word’, un término ofensivo para dirigirse a las personas de color.
"Cuando empecé, no sentía que era bienvenido, ni tampoco aceptado, Dios sabrá lo que esos pilotos decían de mí. Decían que así no era un piloto de Fórmula 1, que no podía actuar de esa forma, ni tampoco tener tatuajes, pues un piloto normal no los tiene. Tampoco debe tener una personalidad, ni joyas", ha confesado.
"Pasé por muchas emociones cuando era pequeño y yo no me di cuenta en algunos momentos, se decía mucho la 'N word' y me gritaban que volviese a mi país. Dudaba de si realmente me lo decían a mí, pues yo era británico y no lo terminaba de entender. Cuando te atacan, hay miedo y también rabia, quieres devolverles todo el dolor que te están causando", ha añadido el siete veces campeón del mundo.
Centrarse en pilotar es lo que le hizo poder sobrellevar esos momentos duros en los que sufría racismo. El piloto de Mercedes asegura que cuando se ponía el casco era como tener un superpoder, mediante el cual la gente solo iba a juzgar su habilidad no su aspecto físico.
"La primera vez que me monté en un kart lo sentí como un superpoder, no podía esperar a la próxima semana. No podía ser Superman, pero cuando me subía al coche y me ponía el casco, no era visto de forma diferente, nadie veía el color de mi piel, sólo me veían como piloto. Era capaz de hacer cosas que otros no y no importaba lo grandes que eran, les ganaba igualmente", ha explicado Hamilton.
El heptacampeón del mundo ya reconoció que no tiene en mente retirarse en un futuro cercano y que la decisión de Sebastian Vettel de abandonar la Fórmula 1 no influenció su decisión. Ahora, el piloto de Mercedes ha confesado que no abandonará el Gran Circo hasta que no se haya quemado del todo.
“Si me detengo, todavía tendré combustible en el tanque. No creo que me vaya cuando esté quemado por completo y no me quede nada. Pero, con suerte, eso será en un tiempo", ha revelado el piloto británico.