Lewis Hamilton terminó el Gran Premio de Azerbaiyán con fuertes dolores de espalda provocados por el ‘porpoising’ que experimentó el W13. El piloto británico, que terminó en cuarta posición y sumó unos puntos importantes para Mercedes, apenas podía salir del coche después de la carrera y en la escudería alemana ya valoran todas las opciones.
El heptacampeón protagonizó una buena actuación en Bakú y consiguió terminar cuarto, lo que suponen una buena cantidad de puntos sumados a los 15 que consiguió su compañero de equipo, George Russel. Sin embargo, la carrera fue de todo menos placentera para Hamilton.
El piloto de Mercedes se quejó en numerosas ocasiones por radio del dolor de espalda que le estaba provocando el fuerte rebote del monoplaza cada vez que pasaba por la recta principal. Es más, esto es algo que le lleva sucediendo todo el fin de semana, pues tuvo que abortar su simulación de carrera en los entrenamientos del viernes por el mismo problema.
“No puedo expresar el dolor que se experimenta, sobre todo, en la recta que hay aquí. Al final, estaba rezando para que la carrera terminara. Solo lo logré apretando fuerte los dientes y gracias a la adrenalina”, ha confesado el piloto británico en declaraciones a Sky Sports.
Al siete veces campeón del mundo se le vio bastante afectado después de la carrera, llevándose todo el rato la mano a la zona baja de la espalda. Desde Mercedes no descartan que el problema pueda persistir lo suficiente como para tener que buscarle un sustituto de cara al Gran Premio de Canadá.
“Podría ocurrir, definitivamente. Es algo realmente malo, se puede ver que esto ya no es algo muscular. Entra en la columna y puede tener algunas consecuencias. La solución podría ser tener al piloto reserva”, ha revelado Toto Wolff, jefe del equipo alemán.
Daniel Ricciardo fue otro de los pilotos que terminó la carrera con dolores de espalda. El australiano hizo su segunda mejor actuación hasta la fecha esta temporada, pero eso no ha evitado que experimentara un rebote que asegura es similar a que te estén constantemente golpeando en el casco.
“Me siento como… ¿sabes esos jugadores de baloncesto profesionales que botan la pelota muy bajo?, pues siento como si alguien me lo estuviera haciendo en el casco” ha reconocido el piloto de McLaren.
Además, ha simpatizado con aquellos pilotos que lo llevan sufriendo a lo largo del año. Ha asegurado que expresará su opinión la próxima vez que salga a relucir el tema, pues considera que no es nada beneficioso para el bienestar de los pilotos.
“No ha hecho más que empeorar y empeorar; simpatizo con todas las personas que lo han sufrido. Es terrible y de verdad que me siento molesto. Sin duda voy a ayudar la próxima vez que algunos pilotos hablen sobre ello”, ha expresado Ricciardo.
“Sé que George (Russell) ha sido muy claro con que es insostenible. No es bueno para nuestra salud y bienestar. Estoy agitado probablemente porque es la primera vez, pero realmente he sentido lo que otros pilotos sienten y claramente es horrible”, ha añadido el australiano.