Michael Jordan es una persona extremadamente competitiva. Lo hemos visto a lo largo de su carrera sobre las canchas de baloncesto, donde se inventaba incluso motivaciones donde no las había para quedar por encima de sus rivales. Para ser el mejor.
Ese gen competitivo lo ha trasladado a cada una de las facetas de su vida. Ha nacido para ganar, sea en lo que sea. Por eso, varias de las aficiones de Air Jordan han tenido que ver con competir.
Una de sus aficiones más conocidas ha sido el golf; un deporte que practicaba como hobby de forma paralela a su carrera de baloncesto. Para desconectar de la tensión de las canchas, pero también para competir. Y ganar.
Aunque el golf era una vía de escape, Jordan lo utilizaba para combinarlo con otra de sus mayores aficiones: las apuestas. No jugaba por jugar, por el simple hecho de desestresarse. Lo hacía también para competir, jugándose dinero con sus rivales; buscando una motivación.
Son conocidos varios duelos en los hoyos de golf con jugadores de la NBA. Como Danny Ainge, de los Celtics, quien ganó a Jordan unos cuántos miles de dólares en un partido de golf, lo que propició que, al día siguiente, el 23 de los Bulls jugara aquel partido inolvidable en el que anotó 63 puntos en el Boston Garden.
Y también es mítico el día en el que jugó al golf con la ex estrella de los Chicago Blackhawks, Jeremy Roenick, en el que se tomó 10 latas de cerveza entre hoyo y hoyo y luego se marchó a jugar un partido ante los Cavaliers. Antes de poner rumbo al pabellón, Jordan le dijo a su amigo: "Te apuesto a que esta noche ganamos de más de 20 puntos y yo voy a anotar más de 40”.
Jeremy Roenick alucinó y lo veía imposible y por supuesto aceptó la apuesta. "El hijo de p... salió y anotó 52 puntos para terminar ganando a los Cavaliers por 24 después de un día de golf en el que él se tomó al menos 10 latas de cerveza"
Jordan era capaz de jugar durante horas al golf incluso en días en los que tenía partidos importantes. Un hecho que demuestra que era un deportista de otra pasta, que necesitaba motivación constante para mejorar. Y que necesitaba ganar para sentirse realizado.
Por eso, uno de los aspectos más perseguidos durante la carrera de Michael Jordan fue su adicción por las apuestas. Durante una época, fue habitual ver a Jordan en casinos haciendo apuestas de cantidades considerables. Un momento recordado ocurrió horas previas al encuentro de playoff ante los Knicks en 1993, donde fue visto en uno de los casinos a las afueras de la ciudad, apostando hasta altas horas de la madrugada. Los periódicos reflejaron que aquello afectó al rendimiento del jugador en el partido.
De hecho, las especulaciones fueron constantes y fueron uno de los principales motivos por lo que Jordan acabó saturado y optó por retirarse de las canchas por primera vez. El jugador de los Bulls siempre aseguraba que apostaba simplemente para distraerse, y que nunca tuvo problemas económicos pese a haber perdido grandes cantidades de dinero. Jordan, como muestra el documental The Last Dance, apostaba incluso con los miembros de seguridad del United Center para ver quién era capaz de dejar una moneda lo más cerca posible de la pared tras lanzarla.
Las apuestas también le dieron algún quebradero de cabeza a Jordan cuando se combinaban con el golf, donde se jugaba grandes cantidades. De hecho, tuvo que declarar en juicio debido a que Slim Bouler, un hombre acusado de lavar dinero y transportar cocaína, recibió un cheque de Jordan de 57.000 dólares. La estrella del baloncesto comentó primero que se trataba de un préstamo; pero luego admitió que era una deuda tras perder un partido de golf.
Jordan tenía otras aficiones conocidas por todos; como los puros. Michael confesó, eso sí, que fumó su primer puro en 1991 cuando Jerry Reinsdorf se lo dio tras ganar el primer anillo. A partir de entonces lo consideró como una tradición y, cada vez que los Bulls ganaban el campeonato, lo festejaba con un buen habano.
No eran las únicas aficiones de Michael Jordan y también es conocida su afición a tocar el piano. El 23 se inicio en las Finales de 1998 ante Utah y aprendió a tocar en esos días. El hobby de Jordan y en piano llelgó a tal extremo que duranta su estancia en el hotel en Utah, entre partidos y partido, pidió tener un piano en la habitación para poder ensayar. Así era Jordan.
Otras curiosidades menos conocidas de MJ es que tenía miedo al agua debido a que vio morir a un amigo de pequeño en un campamento; y poco después estuvo a punto de fallecer ahogado él también. También, se dice que, en medio de las finales por el anillo de 1998, el sexto y último conseguido por Jordan y los Bulls, el jugador comenzó a aprender a tocar el piano.