Eric Abidal sigue siendo director deportivo del Barça. Es la conclusión de un agitado día tras el ‘mosqueo’ público de Leo Messi. Esta decisión ha dejado marcado al francés aunque mantenga oficialmente su cargo dentro del club. El vestuario culé no perdona a Abidal la traición aunque de puertas para fuera se quiera ‘fingir’ normalidad.
Josep Maria Bartomeu, que se encontraba en Bruselas, tuvo que mediar con llamadas en ambos sentidos y adelantado su viaje de regreso para que el ‘polvorín’ blaugrana no fuese a más. A nadie, ni directiva ni plantilla, le conviene que en mitad de la temporada –y con todo en juego- la situación estalle por completo.
De ahí el cruce de llamadas entre Messi, Bartomeu y Abidal para firmar la paz… aunque sea momentánea. El delantero, en voz del vestuario, explicó al presidente el malestar de los jugadores por las últimas decisiones tomadas. Por su parte, Abidal intentó justificarse ante el presidente en un ejercicio de salvar su puesto.
Bartomeu, que tiene elecciones a año y medio vista, necesita salvar su mandato con títulos y para esos es imprescindible la normalidad –aunque sea fingida- con Abidal y tener a Messi contento.
El primer ‘polvorín’ Messi-Abidal ha bajado sus llamas pero el vestuario ni perdona ni olvida las palabras del director deportivo. El francés sabe que está sentenciado y es cuestión de tiempo su salida del club.