Matías Dituro, portero del Universidad Católica de Chile y que defendió la portería del Alavés, estuvo a punto de ser alcanzado por un teléfono móvil lanzado por la grada cuando disputaba un partido ante el Colo Colo de la liga chilena.
Lejos de asustarse, el guardameta recogió el móvil y simuló una conversación a través de él y después se lo entregó a su compañero Valber Huerta.
El partido se fue calentando y ultras del Colo Colo lanzaron petardos y fuegos artificiales hiriendo a su propio jugador, Nicolás Blandi, por lo que el partido tuvo que ser supendido. El Colo Colo se podría enfrentar a una sanción ejemplar.