Lance Armstrong ha concedido una entrevista para ESPN donde ha hablado sin tapujos de la etapa más oscura de su vida. El exciclista ha confesado que podría haber ganado todos sus Tour de Francia, pero si sus rivales tampoco se hubiesen dopado.
El siete veces campeón del Tour de Francia fue desposeído de sus trofeos tras demostrarse que se había dopado de forma persistente durante toda su carrera deportiva. Pese a las evidencias, al norteamericano le cuesta admitir que se dopó: "Eramos los mejores trabajando, teníamos las mejores estrategias, el mejor equipamiento y la mejor tecnología".
Armstrong señala que no era el único en doparse: "No quiero que sirva de escusa, pero todo el mundo lo hacía y yo hubiese ganado igualmente estando limpio". "La primera vez que tomé la hormona del crecimiento fue en 1996. La primera vez primera vezque me dopé diría que fue con 21 años, en mi primera temporada como profesional ya tomaba cortisona. El EPO EPOera otro nivel", afirma Armstrong.
El exciclista no se atreve a decir que el cáncer testicular que sufrió no fuera a causa del dopaje, con el que empezó a una temporada edad y que evidentemente acabó por alterar su organismo durante muchos años.