Durante un partido de AS Soetrich y el SC Terville, dos jugadores dejaron su particular confrontación para después del partido. En la mayoría de veces, este tipo de amenazas se olvidan dentro del campo, pero en este caso, los dos jugadores se vieron las caras... y otras partes del cuerpo.
Según el diario RMCSPORT, estos dos equipos jugaban un partido de la segunda división de su distrito. Los dos protagonistas quedaron para vérselas en el párking del campo. Los jugadores comenzaron a pelearse, hasta que entró un tercero que trató de separarles.
En el momento que el hombre estaba separando a los futbolistas, el del AS Soetrich aprovechó para morderle el pene. Los hechos sucedieron el 17 de noviembre del año pasado, pero la sanción no se ha oficializado hasta hace unas semanas.
Según el presidente del distrito, Emmanuel Saling los altercados fueron "compartidos", y que las cosas que habían empezado mal "empeoraron". Al jugador del AS Soetrich le cayeron 5 años fuera de los terrenos de juego y una multa económica.
Al otro jugador le sancionaron con 6 meses de suspensión, además de los 10 puntos de sutura que le tuvieron que coser tras la agresión en su miembro."Bastante raro tener sanciones de varios años. Hay menos de una docena", dijo el presidente para AFP.
Otro de los castigos que recibieron los equipos es que le quitaron dos puntos a los dos de la clasificación. El partido terminó 1 - 1. Supuso el único punto de la liga del Terville, pero no por mucho tiempo. Ambos equipos pueden apelar.
Y es que los mordiscos han formado parte del fútbol desde tiempos inmemoriales. A la cabeza se vienen los de Luis Suárez, el del juvenil del Atlético de Madrid a Vinicius o el Defoe a Mascherano, pero sin duda nos quedamos con el 'mordisquito' de Gallardo a José Antonio Reyes.
En el Sevilla - Valladolid de 2001, José Antonio Reyes, el ídolo más joven de la afición con 17 años, marcaba el segundo para el delirio del Sánchez Pizjuan. En la celebración, Reyes por el suelo y piña de equipo que aprovechó Paco Gallardo para morderle cariñosamente el pene.