Cuatro meses. Ese es el tiempo que ha pasado desde que Jorge Lorenzo anunció su retirada. El tiempo que ha pasado hasta que ha anunciado que se va a volver a subir a una moto. Aunque se va a tratar de algo puntual.
El piloto mallorquín ha utilizado sus redes sociales para comunicar que volverá a la gran competición. Lo hará en el Gran Premio de Catalunya, el fin de semana del 5 al 7 de julio, gracias a una wild card (invitación).
“Después de habérmelo pensado algunas semanas, ayer decidí que participaré en el GP de Catalunya. Tengo muchas ganas y espero veros a todos allí”, afirma Lorenzo en un escueto vídeo publicado en sus cuentas personales.
La elección del Circuito de Montmeló para este regreso momentáneo de uno de los mejores pilotos de MotoGP de los últimos años no es casualidad. Al cinco veces campeón del mundo se le da especialmente bien el trazado catalán. Ahí ha vivido momentos inolvidables, que tratará de repetir en la que, posiblemente, sea su última carrera profesional a lomos de una moto.
Jorge Lorenzo ha vencido en Montmeló en seis ocasiones. Solo el gran Valentino Rossi, con diez victorias –si contamos todas las categorías- tiene más laureles que él. Gestas épicas que nos han hecho vibrar viéndole los fines de semana subido a las diferentes motos que ha pilotado en toda su carrera. Quizás, por cercanía, es su circuito predilecto y no ha dejado de demostrarlo.
Comenzó a hacerlo en 2007, año en el que ganaría su segundo campeonato mundial. Ahí fue cuando consiguió su primera victoria en Montmeló. La primera y única que conseguiría en la categoría de 250cc.
Esta relación de amor continuó en MotoGP, donde Lorenzo vivió sus mejores años como profesional, convirtiéndose en Campeón del Mundo en los años 2010, 2012 y 2015 con Yamaha. Precisamente, en las tres temporadas mencionadas, se llevó la victoria en el Circuito de Montmeló, demostración de la suerte que le daba ganar en tierras catalanas. También venció en dicho trazado en el año 2013, año en el que se quedó a 4 puntos de Marc Márquez y no pudo revalidar título. Fue el primer año de la gran rivalidad entre ambos.
Una de las hazañas más recordadas de Jorge Lorenzo en Montmeló llegó en 2018, llevándose la Pole y posteriormente la victoria con la Ducati, venciendo con holgura por delante de Marc Márquez y Valentino Rossi. Era la segunda victoria consecutiva con dicha escudería, tras un año y medio por un oasis en el que no había simbiosis entre ambas partes, lo que llevó a Ducati a prescindir del piloto español. Después, se llevaría una nueva victoria en el GP de Austria, pero acabó el campeonato en novena posición, con una moto con un nivel bastante inferior al del resto de favoritos.
Pero la carrera de Lorenzo siempre ha estado envuelta en la polémica debido a su temperamental personalidad. Siempre ha recibido mucha críticas por su agresividad y su forma de pilotar en según qué situaciones, generándose enemistades entre el paddock. Precisamente, su última carrera en Montmeló, pilotando la Honda, es de ingrato recuerdo, ya que debido a una maniobra temeraria, perdió el control y terminó en el suelo, llevándose por delante a Maverick Viñales, Valentino Rossi y Andrea Dovizioso, algo que no hizo gracia a ninguno de los pilotos.
Este año, como invitado, tendrá la oportunidad de redimirse y culminar su carrera con un recuerdo menos amargo.