Eddie Hall, atleta de peso muerto, llevó la práctica deportiva hasta el extremo. Ostenta el título de récord mundial por ser el hombre que más kilos ha levantado: 500.
Es justo cuando levanta esta cantidad la que le genera los problemas de salud. En 2016 se encontraba ante 10.000 personas cuando gestó esa hazaña. Él mismo cuenta lo que sucedió después de que se bajara del escenario ese día en un vídeo de YouTube.
Una vez que sale de los focos de todo el mundo, tras levantar los 500 kilos, se marchó para los vestuarios y se desmayó. "Recuerdo acostarme de espaldas y mirar el techo y pensé que aquí es donde voy a morir".
Estas no fueron las únicas consecuencias.También dice que "la gente me estaba limpiando la sangre de los oídos, tenía sangre saliendo por los conductos lagrimales en mis ojos, la sangre todavía salía por mi nariz. Creo que fue algo bastante evidente que hice algo bastante serio, explotó algo en mi cabeza que fue bastante desagradable".
No se quedó en estos síntomas. Algo iba mal en Eddie cuando al día siguiente era el cumpleaños de su hijo y no se acordaba de los nombres de los que asistieron y tampoco reconoció a su hermano cuando le vio.
Volver a la normalidad le costó unos días sin tener ningún síntoma."Me recuperé en dos semanas, mental y físicamente". Aunque lo tiene claro cuando le preguntan "¿volverías y lo harías de nuevo? Sí, claro que lo haría, pero agregaría diez kilos, eso es lo que haría. Me volvería aún más pesado ya que creo que había más en mí ese día, mucho más".