Todavía están en el aire, pero todo hace indicar que no se van a celebrar los JJ.OO de Tokyo 2020 en la fecha inicialmente prevista. La pandemia del coronavirus que está asolando a la población de todo el mundo hacen que el COI esté dirimiendo en qué fecha se va a celebrar finalmente el evento deportivo por excelencia.
No será este verano y, aunque se plantean varias opciones, lo que parece claro es que los JJ.OO tienen una maldición que se repite cada cuarenta años.
No sería la primera ocasión en la que se cancelan y, en la historia reciente, tenemos un claro ejemplo sucedido en 1940… también en Tokyo. ¿Casualidad?
En 1936 se celebraron los JJ.OO de Berlin bajo el régimen nazi, justo tres años antes de que estallara la Segunda Guerra Mundial.
Por aquel entonces se trataron de boicotear por medio de países occidentales como Estados Unidos, que cuestionaron el apoyo al evento organizado por el régimen nazi.
Finalmente se celebraron y participaron 49 países, más que nunca hasta entonces. Y tuvieron éxito en un país que aún se recuperaba de la Primera Guerra Mundial.
Los siguientes JJ.OO iban a celebrarse en Japón, siendo la primera vez que un evento de tal magnitud iba a tener lugar en Asia. Un intento de demostración al mundo que se habían recuperado de un devastador terremoto sucedido 17 años antes.
Pero las tensiones de la Segunda Guerra Mundial provocaron las trabas ante la realización del evento. Especialmente debido a sus problemas con China por el dinero destinado a fines militares, lo que provocó una tensión en los preparativos olímpicos del país del sol naciente.
Los problemas con China se incrementaron y, las malas lenguas, aseguran que Gran Bretaña y Estados Unidos boicotearan el acto.
El gobierno japonés luchó para que se celebraran a pesar de todo, pero finalmente, los Juegos Olímpicos de 1940 no se celebraron.
Cuarenta años después fue Moscú la ciudad que tuvo problemas para la realización de los JJ.OO, ya que 65 países se retiraron del evento a modo de protesta por la invasión soviética de Afganistán ocurrida un año antes.
Estados Unidos lideró el boicot, aunque inicialmente fueron quienes trataron de que los juegos se celebraran en Grecia en vez de en Moscú, algo que se rechazó.
Finalmente se celebraron con la presencia de 5179 atletas (4064 hombres y 1115 mujeres) de 80 países, entre los que no se encontraban potentes naciones como Estados Unidos, Alemania Occidental o China. Un total de 66 países declinaron participar, asegurando que la mayoría de ellos estaban apegados a la causa norteamericana.
Eso sí, algunos países aliados de Estados Unidos, como el Reino Unido y Australia, dejaron en libertad de elección a sus atletas, quienes compitieron bajo la bandera olímpica. El presidente estadounidense, Jimmy Carter, amenazó con revocar el pasaporte a cualquier atleta estadounidense que intentara ir.
La maldición regresa a Tokyo, otra vez cuarenta años después, y ochenta desde su primera tentativa. En esta ocasión, una pandemia mundial está poniendo en jaque la celebración de los JJ.OO de Tokyo 2020, algo que tiene en jaque a los miles de atletas que se han preparado a conciencia durante cuatro años.