Xabi Alonso le ocultó a Del Bosque una lesión en las semifinales en Sudáfrica: “Me pidió jugar”

12 años después de la gesta de España en el Mundial de Sudáfrica de 2010 salen a la luz parte de la intrahistoria de ese título. Uno de los protagonistas fue Xabi Alonso que era uno de los dueños del centro del campo de la Selección.

El que fuera jugador del Madrid sufrió un duro revés justo antes de las semifinales ante Alemania. Al futbolista se le rompió la mampara de la ducha y uno de los cristales rajó su rodilla de extremo a extremo.

“La sangre siempre impacta, pero en este caso lo que me impactó fue ver mi rodilla con un tajo de lado a lado del que asomaba la grasa adosada a la piel y tejido muscular. El único dolor que sentía era interno. Adiós a la semifinal y a la final del Mundial. No me lo podía creer. El ataque de pánico y angustia que sufrí seguramente me impidió echarme a llorar”, recordaba Xabi Alonso 12 años después.

La intervención del médico y la ocultación a Del Bosque

Cogió el teléfono que tenía en el baño y llamó al doctor Cota. “Cuando entro en la habitación, encuentro a Xabi pálido y desencajado, casi en shock. Era totalmente la escena de un crimen. Solo acertó a decirme implorando: ‘Doctor, por Dios, haz lo que quieras, pero tengo que jugar’. Aún retengo sus palabras en la cabeza”, decía el médico en una entrevista en El Larguero.

Cota se empleó a fondo para limpiar y reparar la herida lo mejor posible. Xabi no cojeaba tras tratarle y eso fue un indicativo que no todo estaba perdido. “Mi cabeza me decía que era imposible que Xabi pudiese jugar y que debía informar al seleccionador. Fue una pelea entre la cabeza y el corazón. Tuve muchas dudas de si contarle lo que había sucedido a Vicente y aún las sigo teniendo. No sé si hice lo correcto, pero me decanté por el herido. Digamos que la mirada de Xabi ganó a la razón”.

Ambos hicieron un pacto de silencio y decidieron ocultárselo al entrenador, pero el doctor le dejó claro a Xabi que si durante el calentamiento sentía alguna molestia debían informarlo. Todo salió bien y no sintió nada y el centrocampista pudo jugar. “Lo de Cota fue increíble. Para mí es Dios. Aun hoy no sé cómo hora y media después estaba jugando la semifinal de un Mundial”.