El Atlético de Madrid, perdió un título, pero ganó mucho más en la derrota. Virginia Torrecilla jugó sus primeros minutos tras más de un año fuera. En la final de la Supercopa de España contra el Barça reaparecía tras 686 días apartada de los terrenos de juego tras sufrir cáncer. La jugadora saltaba al terreno de juego en el minuto 85 y todo el campo de Las Rozas, compañeras y rivales se detenían para aplaudir su vuelta.
Justo después del sexto tanto del Barcelona obra de Martens. En ese momento la centrocampista entró en sustitución de Silvia Meseguer y se puso el brazalete de capitana entre los aplausos de la grada. Fue la otra gran noticia de la final, la guinda junto a un gol más de Martenas, para un atractivo torneo que suma fuerzas en el reto de seguir engrandeciendo el fútbol femenino español.
La jugadora balear pudo disfrutar de los últimos minutos de una final que no tuvo color. Ovacionada por aficionados y agasajada por compañeras y rivales, su '14' volvió a pasear por un campo casi dos años de hacerlo por última vez en marzo de 2020 con la selección español. Meses después, tuvo que pasar por el quirófano para que se le extirpara un tumor cerebral y ahora, una vez recuperada, vuelve a poder sonreír de su principal pasión, aunque no lo pudo festejar con una alegría en forma de título porque las blaugranas fueron implacables.
El triunfo de Virginia Torrecilla no solo era para alegría del Atlético de Madrid. El fútbol español se alegraba enormemente de su vuelta. Ganó el Barça y también Virginia por lo que las jugadoras culés tuvieron un gran gesto al coger a la centrocampista atlética y mantearla para elevarla al cielo de Las Rozas.
"Tengo muchas amigas en el Barça. En la selección hacemos mucha piña. El fútbol ha estado conmigo durante todo este proceso. Han sido como una familia para mí. Debo agradecer todo lo que han hecho por mí. Es un orgullo y doy las gracias al Barça por todo lo que ha hecho por mí. Esto acaba de empezar y todo lo que venga a partir de ahora irá hacia arriba".