Pasan las semanas y la renovación de Sergio Ramos por el Real Madrid no llega. El capitán cumple este martes 35 años y lo hace sin el regalo gordo: su continuidad en el equipo al que llegó hace 16 temporadas. Las negociaciones no se han roto pero siguen sin cuajar a tan solo tres meses de la ruptura definitiva del contrato.
Desde los despachos del Santiago Bernabéu mantiene su oferta de una temporada más (se podrían negociar dos) pero siempre con una disminución de salario. A Ramos se le aplicaría la reducción de sueldo –en torno a un 10%- justificando la pandemia del coronavirus.
El sevillano considera que se ha ganado en el terreno de juego un último esfuerzo económico del club. El factor económico es la principal diferencia entre la directiva y Ramos para la firma definitiva.
Sin acuerdo con el camero, desde el club se comienza a mirar al mercado. La llegada de Alaba va por buen camino y se trabaja en la también renovación de Varane. El defensa austriaco ha decidido no renovar por el Bayern y el Real Madrid tiene muy avanzado su fichaje.
Ramos, en su última comparecencia en público, aseguró sobre su renovación que “no hay nada nuevo, ya me gustaría. Me gustaría irme del Real Madrid con la conciencia tranquila y por la puerta grande”. Quince días después de estas palabras la situación es la misma: no hay acuerdo.