Zinedine Zidane se juega su futuro en los próximos dos partidos. Tras el batacazo ante el Shakhtar que complica el camino del Real Madrid en la Champions, los blancos necesitan ganar al Sevilla en el Pizjuán y hacer lo mismo con el próximo miércoles con el Borussia Mönchengladbach en la Champions.
Sergio Ramos, que está en pleno proceso de renovación con el club, cayó lesionado en el último encuentro con la selección española en el bíceps femoral. El central se retiró en el Estadio de La Cartuja contra los alemanes antes del descanso, por lo que el cuerpo médico de la selección explicó como molestia aguda tras la primera exploración.
Sin embargo, las pruebas a su llegada a Madrid con su equipo desvelan ya una lesión más importante. Desde entonces se ha perdido los encuentros ante Villarreal, Inter de Milán, Alavés y Shakhtar.
El defensa ya está en la última fase de recuperación y buscará forzar para ser titular en Sevilla. Ramos es consciente de la importancia del encuentro tanto para el equipo como para Zidane. Una derrota podría condenar al entrenador francés.
El camero ha utilizado sus redes sociales para mostrar la evolución de su lesión. Se le ha visto realizando trabajo físico en el interior de las instalaciones de Valdebebas y su imagen cada día es mejor. Ramos ha mandado en la imagen publicada un mensaje a su amigo Conor McGregor, quién no ha dudado en responderle: “Listo, mi hermano Sergio. Tenemos una gran pelea por venir”.
Pero la decisión de si Sergio Ramos juega o no recaerá en los servicios médicos del club. El Real Madrid no quiere correr el más mínimo riesgo y solo jugará si realmente lo puede hacer en óptimas condiciones. Jugar y recaer de la lesión dejaría un agujero aún más grande en una debilitaba defensa madridista.