El Real Madrid está en una situación muy comprometida en el mes de diciembre. A seis puntos del Atlético, y con un partido menos, y con un ‘match ball’ en Champions ante el Gladbach, tiene en sus tres próximos partidos el futuro de la temporada en juego. Zidane está en una situación límite y Sergio Ramos ha tomado la voz en el vestuario para pedir compromiso, unidad y animar a todos sus compañeros para salir de la situación y dar la cara por el técnico francés.
El capitán del Real Madrid reunió a los jugadores, según publica AS, y tomó la palabra para arengar al vestuario de cara a los partidos ante Sevilla, Borussia Monchengladbach y Atlético de Madrid. El equipo blanco se juega el futuro de la temporada y seguir con la mala racha de resultados la próxima semana podría significar decir adiós a la Champions y casi a la Liga si se amplía aún más la distancia en la Liga.
Sin Zidane en el vestuario, Sergio Ramos se dirigió a sus compañeros, como publica el diario AS, y les dijo: “Estamos a una victoria de pasar en la Champions, dependemos de nosotros mismos y hay que darlo todo. Esto es el Real Madrid, señores: juntos, de peores hemos salido”. Al igual que Luka Modric, que también habló en la reunión: "Tenemos que estar unidos y ganar los próximos partidos: podemos hacerlo".
Y es que el vestuario del equipo blanco sabe que todas las críticas que está recibiendo se pueden convertir en elogios con una buena racha ante Sevilla, Gladbach y Atlético.
El Real Madrid depende de sí mismo en la Champions, si gana a los alemanes el próximo miércoles estará en los octavos de final, y tiene la oportunidad en Liga de acercarse a la cabeza tras tres encuentros sin conseguir la victoria: Valencia, Villarreal y Alavés. Todo lo que ahora son críticas a los jugadores y a Zidane se pueden dar la vuelta en una semana.
Pero la situación es límite porque quedar eliminado de la Champions sería un fracaso histórico, y el Atlético se podría distanciar más en la Liga. Pero por el momento, el club confía en que Zidane le pueda dar la vuelta a la situación, y el francés reconoce que se ha equivocado en las últimas semanas y que algún jugador no le ha mostrado el rendimiento esperado.