Todo parecía apuntar a que el encuentro en Marrakech entre Moussa Sissoko y Mateu Alemany iba a ser un paso adelante entre ambas partes. Este encuentro se produjo por expreso deseo del jugador que le dijo a su agente que concertara una cita para restablecer las relaciones y por petición también de Xavi Hernández que está encantado con su jugador.
El Barça tenía claro que no iba a haber una propuesta desde cero. La puerta la cerró el francés en diciembre y se iba a reabrir ahí. La oferta es la que ya se contó el 20 de ese mismo mes y de ahí no se van a mover.
EL agente considera que esto está muy lejos de las pretensiones de su representado y que eso no lo va a aceptar. El club azulgrana está dispuesto a negociar en ese marco y con la oferta a la baja, pero de ahí no van a subir.
Con este escenario encima de la mesa se ve complicado en este momento su continuidad en el club. El Barça no va a dar su brazo a torcer y el representante parece en un principio que tampoco. Ahora estará en manos de Dembélé decidir dar el visto bueno a esa propuesta y que su agente se siente para negociar bajo esas pretensiones.
El jugador está muy ilusionado con la llegada de Xavi y el proyecto y desde que se le levantara el castigo el rendimiento ha sido muy bueno por eso había insistido a Moussa a que tocara de nuevo en la puerta del Barça, pero parece que todo vuelve al punto de partida en el que se quedó en diciembre.