El Real Madrid está apostando al 'todo o nada' el fichaje de Mbappé. El conjunto blanco concentra sus esfuerzos en que pueda llegar el delantero francés a finales de agosto, sin embargo, parece cada vez más complicado. Según informa Antón Meana en la SER, la dirección deportiva del equipo merengue ha dado un cambio radical a su estrategia.
Desde el Real Madrid ven casi imposible poder vestir a Mbappé de blanco este verano, sin embargo, creen que puede haber una mínima posibilidad de conseguirlo. Desde el conjunto blanco han decidido dar un paso al lado y dejan la operación en manos de Mbappé y del jeque.
Desde el Santiago Bernabéu confían en que acabe siendo el jeque del PSG o el propio Mbappé quienes acaben llamando a las oficinas del Real Madrid para iniciar las negociaciones. En el conjunto blanco saben que Mbappé sueña con fichar por el 13 veces campeón de Europa este verano.
En cuanto al jeque, la parte más enrocada de la operación, confían en que finalmente se dé cuenta de que es buena idea vender a Mbappé. Primero, porque el PSG necesita vender jugadores por un precio alrededor de los 150 millones de euros para cuadrar cuentas. Segundo, porque de no venderlo ahora, perderían a su máxima estrella el próximo verano a cambio de cero euros. Y tercero, porque va a ser difícil lidiar un año entero con un Mbappé enfadado por no haberle dejado marchar.
Por todo ello, y pese que a Mbappé esperaba un paso adelante, y público, del Real Madrid, desde la dirección deportiva merengue apuestan por una estrategia más cauta. Ir dejando que pasen los días, que se acerque ese 'deadline' del mercado de fichajes y que sean el PSG o el propio Kylian quienes acaben llamando a la puerta del Real Madrid.
Con todo ello, desde el Real Madid siguen hipotecando su planificación deportiva a la hipotética llegada de Mbappé. Por ello, no se harán fichajes hasta tener claro si el francés llega, o no llega a la disciplina merengue. Incluso, se valora no fichar a ningún defensa para suplir la marcha de Varane y rellenar el puesto de cuarto central con un jugador de la cantera.