Koeman llegó al Barça en medio de toda la tormenta. Messi queriéndose ir y Suárez con pie y medio fuera, pero con problemas con el club.
Lo del uruguayo era claro, no contaba con él y se le buscaba una salida inmediata, pero lo del argentino era distinto. El emblema y la estrella del equipo no se podía ir. El jugador lo intentó, pero finalmente para no comenzar una guerra en los juzgados, se quedó.
No lo hizo porque quisiera hacerlo y porque tenía ilusión por vestirse la camiseta blaugrana, sino que fue para no tener problemas con la institución con la que lo había conseguido todo. El entrenador consciente de esto tenía que hacer algo para recuperar al mejor Messi y hacerle cambiar de idea.
El técnico holandés ha hablado para el medio 'AD' y lo ha hecho de todo. Fichajes, Leo Messi, Suárez y otras muchas cosas más.
Ha confesado que él estaba convencido de que el delantero argentino seguiría en el FC Barcelona. "En mis primeros días hablé mucho con la gente sobre la situación en el club. Luego quedó claro que había un gran descontento entre los jugadores, en todo tipo de temas. Por lo tanto, era una prioridad para mí hablar primero con Messi, para escuchar cómo veía él las cosas".
Este encuentro se produjo y él lo ha desvelado. “En su casa me contó todo tipo de cosas. Escuché eso con atención, pero también indiqué: "Yo no estaba allí en absoluto". Solo podía hablar de cómo quería trabajar y cómo quería cambiar las cosas en el club. Eso estuvo bien, porque al final de la conversación hablamos sobre las mejores formas de presionar, sobre el juego, realmente sobre el fútbol. Eso me gustó: él es un fan y todavía quiere saber cómo va".
Uno de los grandes retos que tenía nada más llegar era hacer cambiar de idea a Messi y convencerle con su proyecto para que se quedara. “El club lo tenía muy claro: no podía irse. La suma global (400 millones de euros) era tan alta que ningún club la pagaría en este momento. Entonces, para mí, la pregunta principal era cómo lo recuperaría, en el campo y más allá, como persona y como jugador de fútbol. Cuando de hecho comenzó a entrenar nuevamente después de esa agitada semana, solo vi cosas buenas. Su actitud, su actitud: no había ni hay de qué quejarse. Lo bueno es: cuando Messi ve una pelota, se divierte. Tenemos que asegurarnos que el entrenamiento sea divertido".
No ha dudado en deshacerse en elogios hacia el capitán del Barça. "Es realmente fantástico cómo ve las cosas. Qué inteligente es como jugador de fútbol y cómo lo hace técnicamente a la perfección. Realmente toma una decisión con la pelota en el último momento, en una fracción de segundo. Cuando hacemos un ejercicio de pase y disparo durante las sesiones de entrenamiento, Alfred Schreuder da las instrucciones en mitad de español, mitad de inglés. A veces aclaro un poco en español, pero con Messi eso no es necesario para nada. Inmediatamente ve a través de los ejercicios. Es, por así decirlo, muy inteligente en el fútbol".
Si algo se tuvo que comer cuando llegó fue la salida de Luis Suárez. Esto era un contratiempo para Messi. Es su mejor aliado en el campo y amigo fuera de él. Desde luego este no era un aliciente para que el astro argentino se quedara y eran consciente de ello.
"Entendí muy bien esa decepción con él. Entendí muy bien esa decepción con él.Pero incluso entonces tienes que ser honesto y claro. Cuando Luis nos dejó, vino a nuestra sala de entrenamiento especialmente para saludar personalmente al personal técnico. No lo haría si nos culpase, creo. Hemos actuado de forma abierta y justa, creo".
El proyecto del técnico holandés pasaba por otros planes y tenían muy claras las ideas desde el principio. "Estaba claro de antemano que las cosas tenían que cambiar. El club pensaba eso, pero yo también lo pensaba. En la forma de juego, pero también dentro de la plantilla. Jóvenes talentos como Ansu Fati y Pedri se están desarrollando muy bien y Luis Suárez era uno de los jugadores que, en mi opinión, jugaría menos esta temporada”.