Memphis y De Jong fueron la nota positiva del partido del Barça frente al Athletic. Del que todavía se espera noticias es de Antoine Griezmann. El francés ante la marcha de Messi se esperaba que cogiera más peso en el ataque y fuera el que tirara del equipo hacia arriba, pero lo cierto es que en las dos primera jornadas de Liga nada de esto se vio.
El galo volvió a estar ausente, sin encontrar su espacio en el campo a pesar de que Koeman le ha colocado en la posición que él quería. Él mismo tras el partido en San Mamés lo reconoció en los micrófonos de Movistar +, que su papel sobre el césped tenía que ser más determinante para el equipo.
"Tengo que coger más protagonismo. Intento ayudar al equipo, ya sea en ataque o en defensa, aunque las cosas a veces no salen como uno quiere" y añadía que "pisar área o no dependerá de mi posición en el campo, donde me ponga el míster".
La calidad que tiene es indudable, pero al final nunca termina de contentar. Hasta ahora se ha visto en pequeñas raciones y ahora ante la ausencia de Messi se le pide que sea él el que tome el mando. Del tridente utilizando por Koeman en estos dos encuentros, él es el más veterano por lo que se espera que tire de jerarquía.
Griezmann no estuvo presente y sus aportaciones fueron mínimas en ataque. El equipo en general se vio superado los primeros 70 minutos. "Ellos presionan muy bien y nosotros no sabíamos cómo salir de esa presión. Al final ellos también se han cansado y hemos podido sacar la pelota un poco mejor. Hemos acabado más frescos que ellos. Sabemos que es muy largo y hay que seguir trabajando. Lo habíamos preparado en los entrenamientos pero nos ha salido diferente en el campo", dijo tras el encuentro.
El Barça está a falta de líderes. La voz más imperante en el campo hasta ahora ha sido Piqué, pero será baja en los próximos días por lo que alguien tendrá que asumir el mando ante el Getafe.