Dembélé se encuentra en proceso de recuperación desde que se lesionara hace un par de semanas ante el Cádiz cuando parecía mostrar su mejor cara. Acude asiduamente a la ciudad deportiva del FC Barcelona para ejercitarse.
A la salida como viene siendo costumbre un grupo muy reducido de aficionados esperan a los jugadores para ver si pueden tener algún recuerdo de ellos, ya sea foto o autógrafos, a pesar de que esto estaría desaconsejado por las autoridades catalanas dada la incidencia de casos de coronavirus en Cataluña.
Un día más el francés salía del entrenamiento y varios aficionados le esperaban. Justo a la salida hay un semáforo y es ahí donde aprovechan para acercarse a los futbolistas. Esto no es del agrado del delantero porque en vez pararse porque estaba el semáforo en rojo se lo saltó deliberadamente para no tener que atender a los seguidores culés.
Sin duda una irresponsabilidad más del jugador del FC Barcelona que le podría acarrear alguna sanción de tráfico. Sin embargo, minutos más tardes Jordi Alba salía y esperaba pacientemente en el semáforo, respetando las normas viales como debe ser, pero no atendía a los chicos que allí se encontraban esperando e incluso se iba un poco mosqueado.
A parte de este asunto extra deportivo, Dembélé tiene otros frentes con el Barça. Sus continuas lesiones están empezando a cansar a la institución culé. El motivo último ha sido la lesión ante el Cádiz. El jugador notó un pinchazo en la parte posterior del muslo derecho y después de unos minutos probándose decidió que seguía óptimo para jugar. El resultado de esto es que se lesionó provocando una elongación en el bíceps femoral de la pierna derecha.
Desde el staff están enfadados porque no pueden dar crédito de que con todas las lesiones que ha sufrido todavía no conozca suficientemente su cuerpo y sepa cuando no puede seguir jugando. Piensan que si se hubiera retirado a tiempo no habría llegado a tal alcance.