Aburrido, tedioso, soporífero. El Barça jugó ante el Espanyol andando. El equipo azulgrana se jugaba la Liga y tenía a tiro al Espanyol para que su eterno rival bajara a Segunda. Y el Barça creyó que con dos pinceladas podía llevarse los tres puntos fácilmente.
El Espanyol se creció y pudo dar algún disgusto a la parroquia culé. Los azulgranas tocaban y controlaban el partido, pero sin profundidad. De hecho, el 74% de la posesión fueron para el Barça pero tan sólo tiraron dos tiros a puerta, uno de ellos fue gol, el de Suárez. Precisamente Luis Suárez fue uno de los cambios del partido, algo que no sentó nada bien al uruguayo, que en el momento del cambio no cruzó la mirada con Quique Setién. El charrúa fue sustituido en el minuto 82 por Braithwaite.
Hay otra imagen de la que todo el mundo habla en la pausa de hidratación. Messi y Quique Setién no se dirigen la palabra. El único que da instrucciones es Eder Sarabia.
A este ritmo, el FC Barcelona tiene muy difícil ganar la Liga ni la Champions.
El Espanyol será equipo de LaLiga SmartBank, Segunda División, la próxima temporada al consumarse, tras la derrota en el derbi contra el Barcelona en el Camp Nou, el quinto descenso de uno de los clubes históricos de LaLiga. Han sido 26 años consecutivos en Primera División y jugará en Segunda por cuarta vez en su historia tras las campañas 1962/63, 1969/70, 1989/90 y 1993/94.
Aún así, a pesar de la derrota, los jugadores pericos se fueron con la cabeza alta del Camp Nou tras vaciarse en el terreno de juego y plantar cara a su eterno rival.