El Sevilla se llevó el derbi en casa del Betis (0-2). En el primer tiempo pocas cosas pasaron hasta que vino la expulsión de Guido Rodríguez por doble amarilla al borde del descanso. A partir de ahí los sevillistas aprovecharon la superioridad numérica en el juego y en el marcador. Acuña fue el que abrió la lata en el 55 con un gran gol desde la frontal del área. Los de Lopetegui pudieron hacer algunos más y sentenciar, pero fue Bellerín en propia puerta el que puso la tranquilidad para los de Nervión. El conjunto hispalense se llevó los tres puntos y el honor de vencer ante los béticos en el Villamarín.
El equipo de Julen Lopetegui se quedó celebrando el triunfo sobre el césped del vecino. No fue un partido cualquiera, lo sabían todos los protagonistas, pero sólo los de Nervión salieron con la sonrisa. La doble amarilla de Guido dejó el partido descafeinado y dio barra libre a los visitantes para manejar a su gusto al oponente.
A los diez minutos de la reanudación, Acuña se encargó de inaugurar el marcador con un zapatazo desde la frontal ante el que nada pudo hacer Claudio Bravo. El gol noqueó a un Betis que tardó en despertarse. De hecho, cuando los jugadores de Manuel Pellegrini mejorar su versión y comenzaron a pisar el campo contrario, encajaron el segundo de la noche.
En esta ocasión fue Héctor Bellerín, en propia meta, quien no pudo evitarlo tras un centro muy comprometido de Gonzalo Montiel en el costado derecho. El lateral bético intentó despejar el esférico pero sorprendió a Bravo para dejar sin vida el encuentro.
El 0-2 sentenció a un Betis que está sumido en una mala racha tras su última semana -tres derrotas consecutivas, nueve goles en contra y cero a favor- pero continuará en puestos europeos. El Sevilla, por su lado, continuará tercero a uno del liderato de la Real.