El Real Madrid no quiso sustos ante el Rayo y ganó con solvencia (2-1). Esta vez lo de Ancelotti se tomaron el partido muy en serio. Pronto se hizo con el balón y llegaron los goles. Toni Kroos abrió la lata y el de siempre, Benzema, puso el segundo antes del descanso. Los blancos con un Asensio y Vinicius enchufados tuvieron ocasiones para sentenciar el encuentro, pero el único que marcó fue el equipo de Iraola que metió emoción en los minutos finales con el tanto de Falcao en el 76 que instantes después se lesionaba. El marcador ya no se movió, aunque sufrió algún que otro susto, y el Madrid se llevó los tres puntos.
En la 'Casa Blanca' se volvió a vivir un encuentro muy sufrido. El Real Madrid comanda la tabla de forma provisional pero no convence. Pasó otra vez de agradar a sufrir sobremanera, casi de forma agónica, para amarrar los puntos, algo que no lograba desde hace tiempo en el Santiago Bernabéu después de ceder sendos 0-0 ante Villarreal y Osasuna.
El Rayo, una de las revelaciones del inicio de temporada, no pudo hacer valer su condición de entrada. El brasileño Vinicius Jr., convocado finalmente para la selección brasileña en sustitución de Roberto Firmino, cuajó de nuevo un buen encuentro y fue protagonista con acciones brillantes. Participó en la jugada que abrió el marcador con remate final del alemán Toni Kroos (m.14) y estuvo muy cerca de anotar tras una espectacular jugada individual. Karim Benzema añadió otra muesca (m.38) para ampliar distancias.
No obstante, al equipo de Carlo Ancelotti le faltó acierto para aprovechar alguna de las claras ocasiones que tuvo en el segundo periodo para obtener un resultado más amplio y 'matar' el partido. Y lo pagó con el sufrimiento que llegó en el tramo final.
El colombiano Radamel Falcao saltó al campo a los 69 minutos y a los 76 selló el 2-1. Aunque se tuvo que retirar a los 80 lesionado el partido ya era otro y el Rayo, al amparo del rugido del 'Tigre', amenazó al Real Madrid, tanto que Toni Kroos evitó el empate bajo palos en la prolongación. La afición volvió a pitar, como ante el Shakhtar Donetsk, a un equipo que se acabó cayendo de nuevo, pero para su fortuna pudo amarrar la victoria.