Messi está en boca de todos. Los últimos días se viene hablando de su posible salida del club. Se reunió con Koeman para hablar sobre la continuidad de este en el equipo. En entrenador tiene la misión de convencerle para que se quede en su proyecto deportivo, pero parece ser que el problema no estaría ahí.
El presidente está intentando librar la batalla que tiene en frente. Ha sido muy discutido por la gestión que está llevando en los últimos tiempos y sobre todo por no dimitir tras el 2-8 del Barça ante el Bayern. Se esperaba que Bartomeu diera un paso al frente y asumir su responsabilidad, pero lo único que ha hecho hasta el momento es nombrar a un nuevo entrenador y convocar las elecciones para marzo.
Al parecer el astro argentino estaría cansado de que el foco estuviera sobre él en vez de en la gestión que está haciendo el máximo responsable del FC Barcelona. Ya no esconde sus diferencias con él y este podría ser uno de los motivos por el que finalmente el delantero decidiera a marcharse.
Desde que se reuniera con Koeman no se han comunicado ya que no quiere cogerle el teléfono al presidente. Considera que después de la humillación ante el equipo bávaro la gente tendría que estar pendiente y pedir cuentas a Bartomeu y no poner la responsabilidad sobre sus hombros.
No le perdona que vendiera a Neymar al PSG y que ahora no sea capaz de recuperarlo. Lo pidió el verano pasado y de momento el deseo del argentino no se ha podido hacer realidad.
La nefasta planificación que ha tenido se ha visto reflejado en el campo. Las idas y venidas en los despachos con 5 directores deportivos en 4 años son otros de los síntomas que demuestran que no ha sabido gestionar a la institución.
Otro de los síntomas que dan cuenta de que no ha ido tan bien como deberían son los fichajes tan caros que han hecho por Dembélé o Coutihno que de momento no han dado los resultados que deberían y que han dejado el ataque del equipo en las manos de Messi y poco más.
Algo que no gustó nada fue el caso del ‘Barçagate’ en el que el propio club contrató a una empresa para que llevara una campaña de desprestigio. Todas estas polémicas y muchas otras podrían hacer que Messi se decantara por salir y quiere quedar claro que no quiere a Josep Maria Bartomeu.