Antoine Griezmann está volviendo a su mejor nivel y así lo demuestran sus números. Desde que decidió abandonar el Atlético de Madrid en 2019, justo cuando atravesaba su mejor momento deportivo, para fichar por el FC Barcelona, no se había visto a un Griezmann tan determinante como esta presente temporada.
El jugador francés está siendo una pieza clave para el conjunto de Simeone para remontar esta segunda parte de la temporada. Está consiguiendo números de delantero centro de nivel, sin serlo, con 8 goles y 8 asistencias, solo Lewandoski supera la suma de goles y asistencias del galo, con 15 goles y 6 asistencias. Aunque, desde el regreso por el parón del Mundial, el francés supera en números al polaco, Antoine ha firmado tres tantos y cinco asistencias, frente a los dos y una de Lewandoski.
Griezmann también se posiciona como el jugador con más ocasiones de peligro creadas de toda La Liga (13) y que más marca desde fuera del área (4), además de ser el cuarto jugador que más remata, con 61 tiros de los que 24 son entre los cuatro palos. Tiene registros de defensa central eficaz, sin serlo, tiene métricas de volante de nivel, sin serlo y tiene estadísticas de mediocentro de elite, sin serlo. Es la creación más perfecta del cholismo: el Atleti comienza y termina en Antoine.
Simeone tiene una relación especial con Griezmann en el terreno de juego. El francés ha sido la mejor creación del argentino como técnico, ya se demostró en su primera etapa en el Atlético, donde en cinco temporadas no bajó de los 15 goles por triunfo y donde consiguió estar nominado al Balón de Oro en 2018. Fue quien peleó para el regreso del francés tras dos temporadas fuera del conjunto colchonero y, entre los dos, han cambiado los pitos por ovaciones a Antoine en el Metropolitano.
La última vuelta de tuerca del Cholo con el galo ha convertido a Griezmann en un futbolista que maneja el juego a su antojo. Lidera, genera, asiste, marca, despeja, roba, va al suelo, gana duelos, no para de correr, sabe en todo momento lo que necesita el partido y siempre está dispuesto a sacrificarse por el equipo. Es todo lo que Simeone busca en un futbolista.
Antoine asumió que su mujer, Erika Chopenera tenía razón, dejó el lugar donde era uno más y volvió al sitio en el que es un tipo absolutamente feliz y así lo demuestra su rendimiento en el terreno de juego.