El Real Madrid volvió a cosechar otra derrota contra el Mallorca. El conjunto blanco no fue capaz de remontar el tanto en propia puerta de Nacho y con ello se vuelve a alejar de la persecución con el Barça en Liga. Uno de los protagonistas fue Vinicius.
El brasileño de nuevo fue el objetivo del rival para pararlo y recibió 10 faltas. Las protestas al colegiado sobre esto le costaron la cartulina amarilla y con ello se perderá el próximo partido de Liga. Esto hizo que tras pasar por la zona mixta su enfado fuera visible. Le preguntaron por esa dureza del encuentro y su respuesta fue tajante: "Hay que preguntar a los árbitros".
El brasileño no solo fue protagonista por las faltas que recibió. Uno de los aspectos que más perjudican al jugador es la forma en la que se descentra de los partidos con las provocaciones del rival.
En Son Moix volvió a pasar. Vinícius y la defensa del Mallorca jugaron un partido aparte desde el principio. Los precedentes ya avisaban de que las revoluciones del choque iban a aumentar de manera exponencial con cada internada del brasileño por la banda.
Y así fue en varios lances del juego, con parte de la afición gritándole de todo a Vinícius, que vio la tarjeta amarilla al finalizar el primer tiempo y que se fue al vestuario enseñando a la grada el escudo del Real Madrid.
Hubo siempre tensión con el extremo sudamericano corriendo con el balón perseguido por lateral Pablo Maffeo, auxiliado de inmediato por el central Antonio Raillo si la ocasión así lo requería. Saltaron chispas en varias ocasiones entre compañeros de profesión que no esconden sus diferencias.
La defensa mallorquina tiró de todas las armas que tenían a su alcance para sacar a Vinicius del partido y no solo en esta jornada sino también en la que viene que la disputarán el 15 de febrero por el Mundial de Clubes y que será contra el Elche.