Rodrygo Goes lo ha vuelto a hacer. El delantero del Real Madrid es un experto de la "zona Cesarini", en referencia a los últimos minutos del partido. Y es que pese que al brasileño todavía le falta mucho que aprender, como ya se vio con Ancelotti, sin duda sus goles en los minutos finales son gloria para los madridistas.
De los 27 goles que ha anotado Rodrygo con el primer equipo del conjunto blanco, 12 de ellos han sido en los últimos 15 minutos. Un 44,44%. Es más, si se tienen en cuenta los tantos -18- y asistencias -16- de esta campaña y la anterior, el 48,48% han sido en dicho lapso de tiempo. Con momentos que ya forman parte de la historia, como fueron sus tantos frente a Chelsea y Manchester City en las remontadas de la pasada temporada en la Liga de Campeones.
Y este jueves, frente al Atlético de Madrid fue, de nuevo, el agitador de su equipo. El Real Madrid creció en la segunda parte, pero no encontraba el gol, hasta que en el minuto 78 Rodrygo se inventó una jugada individual, conducción y regates, para dejar atrás a cuatro rivales y superar a Oblak con un toque exquisito con el exterior de la pierna izquierda.
"Un golazo", así lo calificó el propio Rodrygo. "El gol que ha hecho ha sido un gol fantástico, con lo que es su calidad; que lo que es muy complicado lo hace muy sencillo", comentó Ancelotti. Elogios de su técnico para un futbolista al que a pesar de su juventud, 22 años, cumplidos el pasado 9 de enero, no le tiembla el habla a la hora de pedir un hueco en el equipo.
"Quiero empezar jugando, es lo que más busco todos los días", dijo al concluir el partido a la par que se decantó por su posición favorita. "En la segunda parte el míster me pidió que hiciera lo de siempre, que es encarar y jugar por dentro. Jugando en esta posición puedo ayudar al equipo", aseguró. "Jugando por ahí puedo aportar mucho, es tener paciencia, trabajar y estar listo para cuando venga", insistió.
Un lugar del campo que ocupó en las constantes ausencias del francés Karim Benzema antes del Mundial. El favorito era el belga Eden Hazard, pero Rodrygo le adelantó en importancia con aplomo, y goles.
Cuatro tantos en diez partidos en dicha posición, en la que siempre salió de inicio. Cuando está Benzema no hay lugar para otro e incluso contra el Atlético de Madrid, aunque Rodrygo tuvo influencia por dentro, la banda derecha también era suya.
Rodrygo, por sus características, no es un extremo derecho al uso. Y, en realidad, Ancelotti no usa ese costado como tal, con el uruguayo Fede Valverde asentado de inicio en los partidos grandes o con la figura de el español Marco Asensio que, a pierna cambiada, busca las diagonales hacia dentro.
Es la posición más libre del Real Madrid. Y más en un ataque en el que Benzema y Vinicius son intocables. De ahí que Ancelotti varíe tanto de propuesta, a la par que Rodrygo va camino de superar sus registros de sus tres temporadas anteriores.
Su récord de goles está en nueve -la pasada campaña- y son los mismos que ya suma en esta; y ha repartido seis asistencias -cuatro menos que la anterior-. Y es que su protagonismo está aumentando en el equipo. Ya ha superado su total de minutos de sus dos primeras temporadas, y está a 692 de igualar los de la pasada, cuando sumó 2.435.
Con que juegue ocho partidos completos ya lo excede y viendo el apretado calendario que tiene el Real Madrid por delante -con un mínimo, si no superase ninguna ronda más de Liga de Campeones, Copa del Rey ni Mundial de clubes, de 26 partidos- todo va encaminado a ello.
"Es un jugador muy importante para nosotros, empezando o entrando; esto lo están entendiendo todos", valoró tras el derbi un Ancelotti que una semana antes le recriminó que Rodrygo no le saludara tras retirarle del terreno de juego. Pero su relación es perfecta, no ha sufrido un deterioro tras dicho reproche y, es más, el brasileño parte con muchas opciones de volver a ser titular este domingo en Liga.