Saúl Ñíguez, el jugador ilicitano de 28 años, salió de la cantera del Atlético de Madrid y ha disputado más de 300 partidos con el club rojiblanco. Su presencia en el terreno de juego ha ido de más a menos y, en las últimas temporadas, ha perdido todo el protagonismo sobre el césped.
El centrocampista español debutó en el primer equipo del Atleti bajo las órdenes de Simeone en el año 2012, alternando su presencia entre el filiar y el primer equipo. Una temporadas después, en el 2013 se fue cedido un año al Rayo Vallecano para asentar sus firmezas en primera división. Durante ese año en Vallecas, el ilicitano fue la gran revelación de aquel Rayo de Paco Jémez y una de las sensaciones de La Liga, gracias a su poderío físico, su compromiso y su calidad.
Saúl, volvió al Atlético en la temporada 2014/2015, donde se asentó en el once titular junto a su compañero y amigo, Koke, con quien había jugado en la cantera rojiblanca anteriormente. Ambos fueron durante varios años el pilar fundamental del centro del campo para el Cholo, donde han conseguido convertirse en leyendas rojiblancas, por el sentimiento y la pasión que han demostrado en el terreno de juego.
Con el paso de los años, ha ido perdiendo protagonismo en el césped y llegó a salir cedido en la campaña 2021/2022, poniendo rumbo al Chelsea, para tratar de recuperar su mejor nivel. Un acuerdo entre el Atlético y el club londinense de cesión para una temporada, con opción de compra si el jugador volvía a romper en la Premier como el gran jugador que fue. Lo cierto es que, el paso por el centrocampista por Stamford Bridge fue bastante discreto y al finalizar la temporada volvió al banquillo del Metropolitano.
Desde su regreso, Saúl es el jugador número 16 entre las preferencias de Simeone, ha disputado 757 minutos en lo que va de temporada. Su presencia a ido a menos aún con la aparición del canterano, Pablo Barrios, que está revolucionando el banquillo rojiblanco, ganándose la titularidad en los últimos partidos, incluso ante el FC Barcelona.
Saúl se quedó con cero minutos ante el Mallorca, el Arenteiro y el Oviedo, y no fue convocado ante el Almazán justo antes del parón por el Mundial, a pesar de ser uno de los jugadores mejor pagados de la plantilla.
Durante varios años, Saúl fue el principal foco de atención de grandes clubes como el FC Barcelona, gracias a sus actuaciones estelares en grandes noches, como aquella chilena ante el Madrid cuando aún estaba llegando al primer equipo, aquel inolvidable tanto el Bayern de Múnich en semifinales de la Champions y la jugada en solitario que realizó en el Calderón ante el Bayern Leverkusen que acabó en la red en octavos de Champions.
En el año 2017, el club rojiblanco blindó al jugador con una cláusula de 150 millones de euros y contrato hasta 2027, pero en las últimas semanas se ha hablado de un posible traspaso de vuelta al Rayo Vallecano. El que ha sido una joya de la cantera rojiblanca, se ha quedado a mitad de camino para convertirse en leyenda.