El Real Madrid perdió este domingo la final de la Supercopa de España ante el FC Barcelona. El conjunto blanco no acostumbra a perder finales, solo hay que echar un vistazo a su pasado, pero aún así aguantó el chaparrón sobre el césped de ver celebrar un título al eterno rival. Además, no es un título cualquiera, es la consagración del proyecto deportivo de Xavi Hernández.
Mucho se ha escrito en la historia del Real Madrid acerca de su señorío, pero resulta difícil explicarlo. Es esa profesionalidad, ese respeto por el rival, ese no quejarse ante las injusticias, es levantarse tras la derrota, es no dar un partido nunca por perdido, es la lucha hasta el final.
El conjunto blanco lo volvió a demostrar durante el partido, el 0-3 era un resultado doloroso y cualquiera hubiese bajado los brazos pero los jugadores, liderados por Benzema, intentaron el gol que maquillase el resultado hasta el final, y el delantero francés lo consiguió. Pero la muestra más grande de señorío llegó tras el partido. Los blancos no se quitaron la medalla de plata que recibieron de las autoridades, un gesto que, por desgracia, parecía olvidado en el mundo del fútbol.
Los jugadores subieron al podio, recogieron sus medallas y esperaron con respeto y profesionalidad hasta que el FC Barcelona levantó el trofeo que les acreditaba como campeones de la Supercopa de España. Tras verlo, vuelta a vestuarios, perfil bajo y a pensar cómo salir del bache en el que el Real Madrid está metido desde que la plantilla regresara del Mundial de Qatar.
El máximo mandatario del cuadro culé también se acordó del eterno rival, al que quiso felicitar por su gran comportamiento. "El Real Madrid ha sido un digno oponente, saben estar en la victoria y en la derrota. Han sido muy elegantes. Además, Florentino le ha dedicado unas palabras muy cariñosas a Busquets", apuntó.