LaLiga vuelve este fin de semana con el Real Madrid en busca de revalidar el título, y el resto de equipos de tratar de evitarlo. El conjunto de Carlo Ancelotti parte como favorito aunque se espera una temporada más ajustada que la anterior. FC Barcelona, Atlético y Sevilla parecen los únicos contendientes a ganar la competición doméstica.
La trigésimo quinta Liga del Real Madrid llevó impreso el sello de Ancelotti. Era el gran reto de 'Carletto'. La conquista de la única de las cinco grandes ligas que se le había resistido. En sus dos intentos de la primera etapa, su equipo se desplomó desde el físico. A la tercera, apostó por Antonio Pintus, y a la fortaleza mostrada en todo el torneo, le sumó un final pletórico. Fue una de las claves del éxito.
Sin el deseado Mbappé para completar una delantera temible, junto a Vinícius y Benzema, el Real Madrid no ha activado ningún plan B. Ni la salida de Luka Jovic, rumbo al Fiorentina, el fin de ciclo esperado de Gareth Bale, la venta de Borja Mayoral al Getafe (10 millones de euros) y el deseo de dar salida a Mariano Díaz, ha provocado la llegada de un 9. Florentino Pérez no quiere nadie que compita con su gran líder, Benzema, que será el nuevo primer capitán del equipo. No entró en la puja por Haaland y Ancelotti ya inventa soluciones ante la falta de efectivos con Eden Hazard de falso 9.
La ilusión ha vuelto al Barcelona gracias a una concatenación de sólidos fichajes tras una temporada desastrosa en la que no ganó ningún título y quedó eliminado de la Liga de Campeones en la fase de grupos, un hecho que minó la moral del equipo, el club y su afición. Pero la llegada de Robert Lewandowski, Raphinha, Jules Koundé, Andreas Christensen y Franck Kessié, a la espera de que aún pueda producirse algún fichaje más, ha cambiado el paisaje en la entidad azulgrana, que vuelve a tener una plantilla preparada para competir hasta el final por los tres principales títulos ('Champions', Liga y Copa del Rey).
Laporta le está dando a Xavi, que afronta su primera temporada entera enfrente del banquillo del Barça, el equipo que le pidió para luchar por todo. A partir de ahora, será trabajo del egarense y de sus jugadores que la ilusión se traduzca en resultados en el terreno de juego.
Aparentemente descartado Cristiano Ronaldo, apurado por la masa salarial de su plantilla y presionado por el límite económico de LaLiga Santander, el undécimo proyecto de Diego Simeone en el Atlético de Madrid representa un reajuste a la realidad actual del club rojiblanco, con los fichajes de Nahuel Molina y Axel Witsel, los regresos de Álvaro Morata, Saúl Ñíguez e Ivo Grbic, una pretemporada imponente y la exigencia de competir con todos y por todo en esta temporada.
La plantilla del Atlético, variada, de máxima competencia y con al menos dos hombres por cada puesto, es de altísimo nivel. No hay debate cuando se citan, uno por uno, aparte de Oblak, a futbolistas como Joao Félix, ante el examen definitivo, frente a la presión de la máxima expectativa que promueve su talento, sus cualidades y su determinación, en su cuarto curso ya en el conjunto rojiblanco.
El Sevilla inicia en Pamplona una temporada en la que el objetivo principal es seguir en la zona alta de la clasificación con la intención a la conclusión del torneo liguero de meterse otra vez en puestos de la Liga de Campeones, que sería la cuarta consecutiva. Su entrenador, Julen Lopetegui, que precisamente cumple su cuarto curso al frente del equipo, mantiene aún una plantilla en formación, como la práctica totalidad de sus rivales, ya que hasta finales de mes se producirán altas y bajas.
Tampoco jugará ante Osasuna el fichaje mas mediático hasta ahora, el del exmadridista Isco Alarcón, quien se incorporó esta semana al equipo y en su presentación del miércoles ya reconoció que sería precipitado su debut en esta primera jornada.