Joao Félix volvió a bailar en el Wanda Metropolitano tras su convocatoria agridulce con la Selección de Portugal. El delantero anotó dos de los cuatro goles que hizo el Atlético de Madrid al Alavés e hizo que su afición coreara su nombre por primera vez desde que llegó al club rojiblanco.
Joao Félix aumentó sus números frente al Alavés: en los últimos cinco partidos de La Liga, había participado hasta en seis ocasiones, con cuatro goles y dos asistencias, a las que ahora se suman el doblete consumado ante los vitorianos.
‘El menino’ se ha consolidado como referencia en ataque con las horas bajas que atraviesa Luis Suárez. Con cualidades muy diferentes a las del uruguayo, Félix ha encontrado en su agilidad un ‘punto a favor’, que desespera a los jugadores rivales hasta tal punto que sólo las faltas son capaces de pararlo. Su juego aéreo ha mejorado también de forma considerable, y ya firma dos testarazos propios de un central: el remate frente al Manchester United a escasos minutos de comenzar el encuentro, y frente al Alavés, ajustado a la escuadra ante el que nada pudo hacer Fernando Pacheco.
Su calidad técnica innegable, su capacidad de abrir espacios donde parece que no los hay y su implicación con el juego colectivo, hacen que Joao haya alcanzado su mejor versión en las filas colchoneras. “Nunca dejé de trabajar, siempre he hecho lo mío, hacer lo mejor y cuando es así la verdad empieza a venir arriba. El equipo está muy bien”, declaró en la entrevista postpartido el sábado.
El Atleti se medirá al Manchester City de Pep Guardiola el martes en la ida de los cuartos de final de la Champions League. El City ha preguntado por Joao en numerosas ocasiones, ya que sería un jugador que encajaría en los planes de los 'citizens'. "Quiero ganar la Champions con el Atlético de Madrid", asumió ambicioso el portugués.
Joao concedió una entrevista a The Athletic en noviembre, cuando el Atleti sólo sembraba dudas, en la que aseguró que conocía lo que le pasaba al equipo, pero que prefería no hablar de ello. Escasos tres meses después, el ‘7’ es ahora el líder del equipo. Una metamorfosis que no se entiende sin su perfecta sintonía con todo el equipo.
La llegada de Antoine Griezmann parecía que iba a quitar minutos al portugués y que por ello se levantaría un aire de tensión en el vestuario. Sin embargo, Joao ha sabido trabajar todavía más, aprender de su compañero y hacer de la competición una motivación para sacar a relucir su mejor versión. Lo mismo ha ocurrido con otros compañeros como Cunha, que volvió a la convocatoria y a sumar minutos tras su lesión, con Ángel Correa o con Luis Suárez, el otro goleador del partido. "Tenemos un montón de lideres, jugadores con mucha personalidad y eso nos hace ser grandes”, confesó el portugués.
Yannick Carrasco, no ajeno a la evolución y protagonismo que está acaparando la joven perla, declaró: "Sabemos que Joao tenía un talento muy grande, pero hay veces que el talento no es todo. El trabajo es importante, pensar en el equipo, no pensar en sí mismo y Joao lo entendió este año, trabajó duro, entendió que el grupo es más importante que el nombre y hoy en día es un jugador clave para nosotros y muy importante. Lo necesitamos en esa forma, a un Joao Félix goleador".
La confianza y paciencia de Simeone también ha sido clave para entender esta evolución. En su partido contra el Betis, en el que Joao anotó otro doblete, el Cholo decidió cambiarlo entre gestos de enfado. Cuando el entrenador fue preguntado por la reacción en rueda de prensa afirmó: “João Félix se enojará y se seguirá enojando conmigo, pero algún día lo agradecerá”. Hoy pueden agradecerse ambos haber encontrado el camino a seguir. Tras la última victoria en casa, Joao se encargó de dedicar la victoria al técnico, por el duro momento que atraviesa debido al reciente fallecimiento de su padre, Carlos Simeone.