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Mbappé elogia a Messi en perfecto español: "Estoy muy feliz de jugar junto a esta leyenda"

Kylian Mbappé volvió a demostrar ante el Lorient que la liga francesa se le queda pequeña. El delantero francés firmó un doblete y dio dos asistencias, una a Messi y otra a Neymar. En sala de prensa también hizo un 'auténtico partidazo', primero dejando en el aire la posibilidad de seguir en el PSG, y luego elogiando a su compañero Messi en un perfecto español.

"Tengo la fortuna de jugar con Messi, es un jugador único, es un gran honor jugar con él. Estoy muy feliz y he aprendido mucho de Leo. Nunca habría imaginado jugar junto a Leo Messi en el campo. Es una leyenda…”, explicó Mbappé tras el partido ante el Lorient.

Messi, Mbappé y Neymar vuelven a sonreír

Frente al Lorient, Mbappé, junto a Neymar y Messi, volvió a capitalizar casi todas las acciones de su equipo. Cuando acabó el choque, dejó un triplete de asistencias y un par de goles para el recuerdo con los que demostró que es el mejor. No solo marca, también juega y hace jugar. Y suyas fueron las asistencias con las que Neymar y Messi engordaron sus estadísticas anotadoras.

Su rival de este fin de semana, el Lorient, apenas inquietó durante unos minutos de la segunda parte. Justo cuando el cuadro parisino cometió uno de sus pocos errores. Fue de Achraf Hakimi, que cedió muy mal una pelota a Donnaruma que no desaprovechó Teremas Moffi para reducir distancias en el marcador y colocar un inquietante 2-1 en el Parque de los Príncipes.

Esa acción fue un espejismo, porque hasta ese momento, y después, el París Saint-Germain arrasó. Primero, con el tanto de Neymar, que se quedó no falló un mano a mano ante el portero del Lorient gracias a un gran pase filtrado por Mbappé; y, segundo, con el primer tanto de Mbappé, que con un latigazo junto a la base del poste de la portería defendida por Matthieu Dreyer, aumentó la renta.

Después, por si había dudas con el tanto de Moffi, Mbappé se encargó de disiparlas. Apareció de nuevo para hacer lo que hace siempre: lo que le da la gana. Dribló a un rival al borde del área como si fuera un muñeco y, con un zapatazo inapelable, marcó el tercero de su equipo.

Y, para dejar claro que el cambio generacional es total, fabricó el cuarto con una arrancada espectacular desde su campo que terminó en la línea de fondo con una cesión atrás para que Messi se uniera a la fiesta. Antes, era el argentino el creador artístico y el matador. Ahora, las tornas han cambiado. Mbappé, ha tomado el testigo.

La noche perfecta para el París Saint-Germain la remató Sergio Ramos, que después de 72 días lesionado volvió a jugar. Sustituyó a Marquinhos a veinte minutos del final y, como Neymar y Pochettino, escuchó silbidos. Pero fue una anécdota en el día en el que el omnipresente Mbappé, que aún tendría tiempo de estrellar un balón en un palo y de asistir de nuevo a Neymar, demostró que no tiene límites. El mundo está a sus pies y el PSG, al ritmo de su estrella, saca doce puntos al segundo clasificado, el Marsella.