El PSG no tiene una relación de vestuario idílica. El diario L’Equipe ha desvelado cómo son los egos de los jugadores y la rivalidad que existe de puertas para dentro. La tensión entre algunos futbolistas por los privilegios que se dan, las fiestas con permiso desde el club, las gastroenteritis que impiden entrenar o la libertad que se le dio a Mauro Icardi para intentar reconquistar a Wanda Nara.
El vestuario del PSG no atraviesa un buen momento y la relación no sería la esperada entre unos futbolistas que aspiran a todo. L’Equipe ha publicado que los privilegios de Neymar para hacer fiestas, o los permisos a Messi por no entrenar con una gastroenteritis al día siguiente de ganar su séptimo Balón de Oro, la tensión en la portería entre Keylor Navas y Donnarumma, o la poca mano dura que tiene Mauricio Pochettino para llevar el timón del equipo.
El problema podría haber empezado en la portería. Tanto Keylor Navas como Gigi Donnarumma aceptaron en un primer momento la rivalidad bajo los palos, pero la decisión de Pochettino de rotar cada 3 o 4 partidos no habría contentado a ninguno de los dos. Mino Raiola, representante del guardameta italiano ya se pronunció sobre la situación de su jugador: “No sé si esta situación se ha convertido en un problema, pero todos saben cómo va a terminar esta historia. Todo se decidirá a favor de Gianluigi”, sentenció en la RAI.
Además de la rivalidad entre Keylor Navas y Donnarumma, los privilegios a Neymar o las ausencias injustificadas en algunos casos no han gustado a algunos jugadores. Las gastroenteritis de Leo Messi y Leandro Paredes tras la fiesta por el séptimo Balón de Oro, a la que asistieron más jugadores, pero sí entrenaron al día siguiente, no sentó bien en el vestuario.
L’Equipe también señala que el vestuario del PSG estaría dividido entre el clan de los franceses y el de los sudamericanos y allegados, como es el caso de Wijnaldum y Draxler. La fiesta de cumpleaños de Kylian Mbappé juntó a gran parte del vestuario, pero faltaron algunas figuras importantes del club.
Y otro de los temas que ha podido dinamitar el vestuario del PSG fueron los privilegios que se dieron a Mauro Icardi para viajar a Milán y reconquistar a su pareja, Wanda Nara, por la ruptura varios días atrás. El argentino cogió un vuelo y se tomó unos días libres para estar con su pareja, lo que le hizo perderse entrenamientos y algún partido. Los problemas internos del PSG han salido a la luz, aunque aún están a tiempo de reconducir la situación y enfocar una temporada en la que le espera el Real Madrid en los octavos de final de la Champions.