Momentos de incertidumbres los que se vivieron en la grada del St. James Parck mientras se disputaba el Newcastle-Tottenham. Una emergencia médica entre los aficionados hizo que se parara el encuentro, pero fue Sergio Reguilón el que se dio cuenta de que algo sucedía y el que avisó al colegiado para que detuviera el partido.
En ese preciso momento, el árbitro paró el partido para que las asistencias sanitarias y atendiera la emergencia. Los jugadores se fueron al vestuario al quedar momentáneamente suspendido ante el desconcierto de lo sucedido.
El Newcastle advirtió en redes sociales de la situación. "El juego se suspenderá "El juego se suspenderáhasta que se resuelva la emergencia médica. Mientras tanto, enviamos nuestros mejores deseos a esa persona y a aquellos que están sufriendo en el otro lado", apuntó.
Los médicos saltaron con el material para atender al fan y entre ellos llevaban un desfibrilador por lo que se presupone que se trataba de una parada cardíaca. A los pocos minutos, cuando ya la situación estaba controlada, los jugadores saltaron al terreno de juego para disputar el tiempo que les quedaba por disputar del primer tiempo y todo el segundo.
Tras el encuentro, el defensa español explicaba cómo lo había vivido en una entrevista a la BBC. "Lo más importante es que me han dicho que el aficionado está bien. Vi a alguien desvanecerse y el lío que se formó alrededor, y sabía que algo iba mal. Avisé enseguida al árbitro".