En Inglaterra también se disputaba un gran Clásico. El Liverpool se enfrentaba a un Manchester United que llegaba con muchas dudas y con Solskjær cuestionado. Desde el inicio los de Klopp no dieron opciones y dominaron el partido con goles y fútbol, ante esto Cristiano Ronaldo estaba imponente.
Apenas aparecido en el primer tiempo, se desquició en una jugada al borde del descanso con Jones cuando ya perdían por 0-3. El baño estaba siendo antológico y el portugués reaccionó de la peor manera. En un balón disputado con el rival, este se fue al suelo manteniendo el balón, el delantero del Untied intentó quitarle el esférico a patadas cuando ya había sido señalada la falta.
Cristiano por esto solo vio la amarilla, aunque pudo ser peor. El United empezó el segundo tiempo como el primero, encajando gol y en el 50 ya iba perdiendo 0-5, una goleada histórica que dejó cuanto menos tocado al técnico de los reds devils.