Hace algo más de tres semanas tendría lugar una de las tanganas más desagradables de los últimos tiempos en un terreno de juego. La tensión de un gran partido entre el PSG y el Olimpique de Marsella se vio reflejada en la actitud de los futbolista que rebasaron los límites.
Álvaro González tuvo piques durante en encuentro con Di Maria y Neymar con este último sobre todo. En el gran revuelo que se originó el brasileño aprovechó para atacarle por la espalda y darle una colleja en la cabeza.
El jugador parisino denunció durante el partido y tras él que había recibido insultos racistas por parte del jugador español. Este en todo momento ha negado que esto se produjera y no ha habido una sola imagen que mostraran con claridad que esto hubiera pasado. Por eso, la Comisión Delegada de la liga francesa no sancionó a ninguno de los dos al no tener pruebas claras.
El futbolista del Marsella ha concedido una entrevista a Irene Junquera y ha contado cómo ha vivido toda esta polémica. "Lo he pasado muy mal", así de claro era el futbolista al calificar todo lo que ha conllevado su desencuentro con Neymar.
Al final del encuentro estaba feliz por la victoria de su equipo, lo que no sabía en ese momento era lo que le esperaba a llegar a Marsella. "Recibí más de 2 millones de Whatsapp" y el contenido de esos mensajes, entre otros eran amenazas de muertes. "Iban a venir a mi casa a matarme".
No solo a él iban dirigido estas amenazas, sino que para sus padres también. "Le iban a ir a buscar para matarlos". Tras esto, decidieron que estos viajarían a Francia para estar cerca de su hijo.
Pensó incluso en dejar al equipo. Era tal la presión que tenía que les dijo que si no confiaban en él que se iba. "Si no se confía de mi palabra yo no quiero estar aquí", pero el club lo tenía claro y le apoyaron.
Después de todo, Álvaro está tranquilo ya que en la imágenes no se demostraba de lo que se le acusaba y los árbitros salieron en su defensa. "No era culpable de nada".