Martín Odegaard está viviendo su mejor etapa como futbolista profesional. El joven noruego que llegó con 15 años al Real Madrid, ahora ya ha crecido y es incluso el capitán en el Arsenal de Arteta, quién se encuentra en primera posición de la Premier League por delante del City de Guardiola.
Un gran momento en el que, pese a las dificultades, ha logrado volver a sonreír y demostrar todo lo que tiene en sus botas. Un futbolistas que tuvo que recorrer medio mundo con cesiones, para finalmente triunfar en la Real Sociedad y en el conjunto 'gunner'.
Pero para llegar a este punto, Odegaard también lo tuvo que pasar mal en el Real Madrid. “Todos fueron muy amables, y los que hablaban inglés (Kroos, Modric, Ronaldo) me cuidaron mucho al principio. Me dieron consejos y me ayudaron mucho. Pero, sinceramente, no creo que ninguno de ellos estuviera especialmente preocupado porque un noruego de 16 años ocupara su lugar en el equipo", aseguró Martín.
“Hicimos este plan con el club: entrenaría todos los días con el primer equipo pero tendría tiempo de juego regular con el equipo B. Parecía un plan inteligente en ese momento, pero resultó que terminé sin encontrar mi lugar con ninguno de los grupos. Con el equipo B, no estaba con ellos regularmente, así que no encontré esa conexión. En el primer equipo yo era solo un niño que venía a entrenar. No participé en los partidos. Me sentí un poco como un extraño", repasaba el futbolista noruego.
Tras varias cesiones al fútbol holandés y un gran paso por la Real, Odegaard volvió a Madrid, pero al poco volvió a salir en dirección Arsenal. “Después de un par de años, simplemente no estaba progresando. La prensa me persiguió por no estar inmediatamente a la altura de las expectativas", recuerda el futbolista en su llegada.
Y es que para Odegaard, no han sido nada fácil las cosas, e incluso asegura que su paso por el Real Madrid hubiera sido distinto si fuera español. “Tal vez si hubiera sido español, me hubieran dado un poco más de tiempo para crecer. Honestamente, no lo sé. Al final, es solo la naturaleza de la máquina de publicidad. No hay término medio en el fútbol moderno. O eres el mejor fichaje de la historia o eres una mierda”, finalizó Odegaard.