La actitud de Cristiano Ronaldo en las últimas semanas está levantando suspicacias. El delantero no abandona su idea de querer irse y un excompañero suyo se ha hartado de su postura. Wayne Rooney le ha atacado y le ha instado a que se marche del Manchester United.
"No jugaría con Cristiano Ronaldo y no jugaría con Marcus Rashford", escribió el actual entrenador del D.C. United de la MLS. "Si estuviera en la posición de Ten Hag, mi principal preocupación sería tener energía en el campo, y el hecho de que United no haya podido fichar un 'nueve' significa que confiaron en Ronaldo contra el Brentford, a pesar de que no había entrenado mucho con el equipo. Parecía que necesitaba tiempo para ponerse en forma", comentó Rooney.
El inglés insiste en que el club debería dejarlo que se marchara. "Cristiano también ha dejado saber que quiere irse del club. No sé sus razones, pero como escribí en mi última columna, lo dejaría irse. Es un gran jugador y siempre marcará goles, pero la tarea de Ten Hag es construir un equipo que pueda competir por el título dentro de tres o cuatro años. Eso significa reconstruir con jugadores más jóvenes", concluyó.
Con Carlos Henrique Casemiro en el palco como testigo, el Manchester United encontró su mejor versión, enterró su racha negativa en el clásico inglés y se exhibió ante el Liverpool que solo inquietó al final y que languidece ya en la clasificación de la Premier.
La llegada a Old Trafford del excentrocampista del Real Madrid es un aliciente nuevo para la afición de Manchester, una ilusión para un público que no ha visto más que malas noticias para su equipo en los últimos tiempos y que necesita motivación. Dio suerte al conjunto del holandés Erik Ten Hag que realizó su mejor partido de la época reciente.
Lo hizo sin Cristiano Ronaldo, suplente y solo presente en desde el minuto 85, cuando el partido se reabrió con el gol de Mohamed Salah y el Liverpool arrinconó al Manchester, insospechado colista de la clasificación después de las sonrojantes derrotas ante el Brighton y el Brentfor.