El PSG ha fichado esta semana a Renato Sanches, el último crack en dar forma a una plantilla que empieza a parecer invencible. Pese a arrastrar pérdidas en los últimos ejercicios, el conjunto parisino sigue fichando, sigue renovando y sigue sin vender. Una prueba fehaciente más de que se están saltando a la torera el 'fair play' financiero.
En un mismo verano, el conjunto francés ha renovado a Mbappé con el contrato más caro de la historia, se ha gastado más de 100 millones en cinco futbolistas, y ha prometido que llegarán más jugadores antes del final del mercado. Y por el contrario, solo han vendido a Alphonse Areola (9.3 millones) y Marcin Bulka (2 millones), lo que certifica un balance negativo superior a los 90 millones de euros.
El PSG oficializó el fichaje de Sanches en un comunicado en el que precisó que el luso se comprometió hasta 2027. Se trata del cuarto fichaje que hace el PSG esta temporada, tras los de Vitinha, procedente del Oporto), Hugo Ekitike, del Reims y Nordi Mukiele del Leipzig.
El nuevo técnico del PSG, que ha sustituido al argentino Mauricio Pochettino, indicó que espera todavía otros tres refuerzos, aunque no precisó para qué líneas. Indicó que "la idea no es acumular muchos jugadores" pero sí "tener competencia dentro de la plantilla". Agregó que sabe que es difícil, pero consideró que la dirección deportiva y el club están haciendo "un trabajo duro" para aportar esos fichajes.
El PSG trabaja también en la salida de algunos jugadores para poder incorporar esos refuerzos. Galtier se mostró muy satisfecho de la preparación de su equipo en esta temporada y en la Supercopa, donde lograron el primer trofeo de la campaña frente al Nantes. Defendió su sistema con tres centrales que, dijo, "permite tener más hombres en el aspecto ofensivo y también replegar mejor".