Dani Alves dejó el FC Barcelona hace unas semanas para fichar por el Pumas mexicano. El lateral brasileño, a quien la calidad no se le acaba, llegó al conjunto sudamericano con vitola de estrella. Sin embargo, el ex del Sevilla ha hecho gala de su humildad y ha pedido a su entrenador no tener ningún tipo de privilegios que no tengan el resto de los integrantes de la plantilla.
El argentino Andrés Lillini, entrenador de los Pumas UNAM, elogió este miércoles la humildad del brasileño Dani Alves, exjugador del Barcelona, quien pidió un trato de igual en su incursión en el fútbol mexicano.
"Él no ejerce presión; lo primero que me dijo es que quería un trato igualitario, nada de privilegios. Es algo que estamos aprovechando", dijo el estratega luego del empate de Pumas 1-1 con Mazatlán con un gol del argentino Nicolás Freire, a pase de Alves.
En una rueda de prensa, Lillini confesó que Alves es un buen conversador y confió en que, si bien aguantó bien los 90 minutos en la cancha, aumente su adaptación a la altitud de la Ciudad de México (2.240 metros sobre el mar) y rinda cada vez más.
"Seguramente los últimos 15 minutos los sintió, pero lo hizo bien. Cuando arriesgamos, se paró de contención y lo hizo muy bien. Vendrán partidos de adaptación; tiene un físico privilegiado y no creo que le cueste mucho", señaló. Dani Alves se convirtió en la estrella de la quinta jornada del Apertura; en su debut en la liga fue vitoreado por más de 30.000 hinchas del cuadro universitario, conformes con la entrega del jugador.
"Su dinámica es la de alguien que se ha parado en vestidores con jerarquía; los que él tiene es jerarquía. Contagia, tiene mucho recorrido y cuida los detalles; anticipa muchas cosas tácticamente, su experiencia tiene un lectura diferente", observó.
Integrante de las selecciones brasileñas en los Mundiales de Sudáfrica 2010 y Brasil 2014, y de la campeona olímpica de Tokio 2020, Alves es uno de los jugadores de más cartel en el fútbol de México en lo que va de siglo y en sus primeros minutos en la cancha causó buena impresión por su entrega y buen fútbol.
"Debe tener 3.000 batallas luchadas, cada una le dejó algo y eso está ahora al servicio de nuestro equipo. Debemos ser inteligentes para aprovecharlo", indicó. El también argentino Gabriel Caballero, técnico del Mazatlán, mostró satisfacción por sacar el empate en el estadio de Pumas, pero confesó sentirse mal porque la jugada del tiro de esquina en la que Alves puso el pase de gol no debió existir.
"Me quedo con la bronca de que era saque de meta y esa jugada no tenia que haber existido. Después de eso, nosotros debimos defender esa pelota de aire. Era saque de meta y se terminaba el partido; era saque de meta, pero no fue", concluyó.