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El Barça se gusta, golea y vuelve a creer en Europa: goleada en Nápoles y billete para octavos (2-4)

  • Jordi Alba, a la contra, encarriló el partido a los siete minutos

  • De Jong, Piqué y Aubameyang se unieron a la fiesta en Italia

Había que clasificarse y se hizo. El Barcelona firmó su mejor partido desde que Xavi Hernández está en el banquillo en el momento adecuado a vida o muerte en Nápoles. Los culés pasan a octavos de la Europa League tras golear a los italianos en su ‘Maradona’. Jordi Alba encarriló el partido a los siete minutos. De Jong, Piqué y Aubameyang se unieron a la goleada. Insigne y Politano marcaron para los locales (2-4).

oda la efectividad que le faltó hace una semana en el Camp Nou, la tuvo el Barça al inicio de la primera mitad. Insigne sacaba mal en corto un córner en una jugada ensayada, y el conjunto azulgrana robaba el balón para armar una contra a todo velocidad entre Aubameyang, Adama y Jordi Alba, que batía a Meret a los 8 minutos, en la primera llegada visitante de todo el partido.

Cinco minutos después, un rechace de la zaga local lo recogía Ferran Torres, que cedía de espuela a Frenkie de Jong para que este hiciera el 2-0 con un gran disparo de rosca desde fuera del área. El prólogo del gran partido que haría el neerlandés en Nápoles.

Si el primer gol silenció San Paolo -rebautizado hace poco más de un año con el nombre del astro argentino-, el segundo provocó lo primeros pitos del público napolitano contra su equipo.

Mal Ter Stegen

Pero el Nápoles se encontró con un regalo inesperado: Ter Stegen medía mal su salida y derribaba en un lateral del área a Osimhen, frenando la carrera del potente punta nigeriano en una jugada que aparentemente no tenía excesivo peligro.

Insigne, de penalti, acortaba distancias para su equipo, pero el Barcelona no acusó el inesperado contratiempo y siguió dominando a placer a la escuadra transalpina.

El equipo de Xavi ejecutaba la presión alta con avidez, ahogando la salida de su rival y aplicándose en la recuperación tras pérdida para combinar entrena líneas con precisión y velocidad y no dar tregua a la portería defendida por Meret.

Ocasiones y buen juego

Entre Ferran Torres y Aubameyang tuvieron media docena de ocasiones para hacer el tercero, pero esta vez les faltó puntería que sus compañeros habían tenido al inicio.

Los italianos, en cambio, solo tuvieron su oportunidad en un disparo desviado de Insigne. Y encima, el Barça recuperaba la diferencia de dos tantos justo antes del descanso, cuando Piqué cruzaba a la cepa del poste un balón rechazado por la defensa local tras un saque de esquina.

Nada cambió tras la reanudación. Si acaso, que el Barcelona ni siquiera necesitó emplearse con la misma intensidad para seguir dominando el duelo con insultante comodidad.

Meret tenía que sacar un centro envenenado de Adama antes de que este habilitase en la siguiente jugada a Aubameyang para que fusilara de primeras al meta del Nápoles e hiciera el 1-4 cuando el partido estaba a punto de llegar a la hora.

Relax en los minutos finales

Y atrás, Piqué y Araujo se turnaban para frenar a Osimhen, la única amenaza napolitana y que tuvo en sus botas el segundo para su equipo antes de ser sustituido.

De hecho, Spalletti y Xavi hacían tres cambios cada uno dando la eliminatoria por finiquitada cuando faltaba un cuarto de hora para que acabara el choque.

Un desenlace inesperadamente plácido para un Barça que se relajó en la recta final y que dio algo de vida a su rival, que recortó distancias en el 87 al aprovechar Politano una pérdida de Nico dentro del área.

Petagna tuvo la última clara del partido en un disparo rechazado por Ter Stegen, pero solo fue una nueva concesión de la escuadra azulgrana, porque el Barcelona, que ya mereció sentenciar la eliminatoria en la ida, fue muy superior durante todo el encuentro.