Podría haber sido una buena oportunidad para Eden Hazard ante el Athletic, pero no jugó ni un solo minuto. El entrenador dijo en la previa que podría jugar, pero lo único que hizo fue calentar sobre la banda. Prefirió recurrir al falso nueve, a los brasileños tras el viaje y a centrocampistas antes de que el belga entrara.
Vinicius salió sobre el 60 y en su lugar entró Isco. Más tarde lo haría Camavinga por Kroos. A lo mejor Ancelotti penó en reservárselo para la prórroga, pero el gol de Berenguer en el 88 agotó las posibilidades de ello. El Madrid tuvo muchas dificultadas para crear peligro en ataque y era notorio que necesitaban gente con chispa arriba para intimidar al Athletic, pero no fue su turno. Un partido más que es decisivo y que no juegua ni un solo minuto.
Todo parecía presagiar que tras el gol decisivo de Hazard ante el Elche que hizo que el Madrid estuviera en cuartos, el belga comenzaría a tener más minutos. Contra los ilicitanos en Liga volvió a ser titular, pero de nuevo fue intrascendente.
A pesar de todas las dudas con las que llegaban los blancos a San Mamés el ex del Chelsea partió desde el banquillo. Ancelotti dejó caer en la previa que podría jugar e incluso ser titular ("Hazard y Bale están listos para jugar"), pero prefirió a los brasileños que llegaron del viaje con su selección un día antes y a Asensio como falso nueve.
Hasta el momento ha disputado 14 partidos en Liga que se traducen solo en 648 minutos, dos en Copa del Rey y otros dos en Champions. Un rendimiento que se ve reflejado en su intervenciones con el equipo.
Hay que recordar que Hazard empezó como titular la temporada, pero sus escasas aportaciones y el crecimiento exponencial de Vinicius le llevaron directamente al banquillo de donde sale los minutos finales para los partidos que en la mayoría de los casos son ya intrascendentes por el resultado.
Se habló en el mercado de invierno que quería salir, aunque el belga no quería hacerlo ya. El jugador aplazó este movimiento para verano y el club tampoco vería con malos ojos su venta. Con la posible llegada de Mbappé, Hazard tendría más complicado si cabe tener un hueco no ya solo en el once, sino como revulsivo.